La Paz, 27 jun (Sputnik).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó este lunes que la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) no debería hacer de Venezuela uno de sus temas centrales, porque este país ya no pertenece a ese organismo continental.
«Venezuela ya no es parte de la OEA y no debería ser eje de sus debates; más aun ahora que este organismo tiene que centrarse en temas urgentes que son de alto interés regional, como la grave crisis de los migrantes que buscan llegar al norte y mueren en esa ruta», escribió Morales en su cuenta de Twitter.
#Venezuela ya no es parte de la @OEA_oficial y no debería ser eje de sus debates; más aún ahora que este organismo tiene que centrarse en temas urgentes que son de alto interés regional, como la grave crisis de los migrantes que buscan llegar al norte y mueren en esa ruta.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 27 de junio de 2019
El mandatario boliviano reafirmó de esa manera su respaldo al Gobierno de Nicolás Maduro, que en abril pasado proclamó que Venezuela estaba fuera de la OEA al cumplirse dos años desde que presentó su renuncia formal al organismo continental.
La OEA, sin embargo, no reconoce al Gobierno de Maduro y ha aceptado en cambio a un representante enviado por el autoproclamado «presidente encargado» Juan Guaidó, quien encabeza desde enero una serie de movilizaciones en procura de tomar el poder.
El pronunciamiento de Morales se produjo mientras la Asamblea General de la OEA se reunía en su período anual de deliberaciones en la ciudad colombiana de Medellín.
En otro tuit, Morales dijo que «por jurisprudencia y doctrina del derecho internacional y según coinciden especialistas, los organismos internacionales no pueden admitir imposiciones de una corriente ideológica; y menos vulnerar autodeterminación de los Estados, reconociendo falsos representantes diplomáticos».
El presidente boliviano es un aliado del Gobierno «bolivariano» de Venezuela desde la década pasada, cuando gobernaba en Caracas el ahora desaparecido comandante Hugo Chávez.
La crisis en Venezuela se agravó a partir del pasado 5 de enero, cuando el diputado Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, en desacato desde 2016.
El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, el legislador se autoproclamó «presidente encargado» del país, apelando a un artículo de la Constitución que prevé la figura en caso de que exista un vacío de poder, pero no bajo el argumento de «usurpación del cargo», como alegó.
Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero pasado tras unas elecciones a las que la oposición no se presentó por considerar que no estaban dadas las garantías para participar, calificó la autoproclamación de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
Guaidó fue reconocido de inmediato por EEUU, al que se sumaron unos 50 países.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis. (Sputnik)