viernes 29, marzo 2024
spot_img

El ánima anima

Leyendo hace poco un excelente libro autobiográfico de un neurocirujano inglés, brillante y aún mejor descriptor de las realidades de un cirujano, las angustias y penas, las derrotas y victorias sobre la enfermedad, un libro que debería leer todo médico (“Ante todo no hagas daño”, Henry Marsh).
Aparte de la descripción detallada de casos suyos, éxitos y fracasos, donde no oculta su culpa cuando esta se dio, hace una interesante mención de la “inexistencia” del alma humana. Para esto se basa en las innumerables conexiones neuronales que dan paso a los cambios químicos, donde se generan los pensamientos y los sentimientos.
Me llamó la atención su manera “cartesiana” de describir el proceso del funcionamiento del cerebro humano, donde más de cien mil millones de neuronas se mantienen conectadas, unas con otra y eso determina la función del cerebro humano.
Su negación de la existencia del alma tiene sus aristas, debido a que estos procesos físico-químicos están bien estudiados, hoy en día con el desarrollo de la neurociencia y de los aparatos que miden la función del cerebro, la evolución de esa especialidad es increíble: más no logra al final determinar una negación ni una afirmación sobre existencia del alma.
Hace pocos meses escribí un artículo basado en un libro titulado “el error de Descartes”, de Antonio Damasio, un neurocientífico portugués que, después de estudiar muchos casos neurológicos, llega a la convincente afirmación de que Descartes se equivocó con su “cogito, ergo sum”, frase legendaria del periodo romántico y perimoderno (pienso, luego existo) donde según Damasio debería ser “existo, luego pienso”.
Hay demostraciones claras de que muchas áreas del cerebro aún no se conoce perfectamente su función, además que el hecho de que las funciones se dan por mecanismos físico-químicos, no explica nada, a la luz de los últimos descubrimientos de la física cuántica, seguiríamos más atrás de Descartes en relación a las explicaciones científicas.
Si bien hay una serie de mecanismos físico-químicos para enviar las señales de célula a célula y de un neurotransmisor a otro, el cómo actúe es desconocido, porque aún en muerte neurológica, muchas células cerebrales o neuronas, siguen funcionando aunque la persona esté muerta.
Hasta aquí veníamos bien, ahora con esta realidad vemos surgir ante nuestros ojos una nueva dualidad: creer en un alma o no creer en ella, en lo que a mí respecta, hace muchísimos años me conecté con la palabra “ánima”, que es un sinónimo de “alma”, pero más descriptivo de su función: animar, dar vida, eso aunque parezca un asunto de semántica, no lo es, porque animar es un acto de acción totalmente razonable, pero que no quita la veracidad humana de creer en algo más allá de la materia que realice estos fenómenos. Aún en el siglo II de nuestra era, Orígenes, ese teólogo Cristiano, sostenía la teoría platónica de “la transmigración de las almas”, que fue quitada por la iglesia católica en el Concilio de Nicea (año 325) a instancias de Helena, la madre de Constantino el grande, con la finalidad de que nadie esperara otra oportunidad para salvarse. Sea como fuera, la iglesia apartó esa tesis por herética.
Retorno a si hay o no alma, personalmente creo que esa ánima puede ser la que provoque todos esos fenómenos físico-químicos, es decir el ánima anima, después puede irse donde sea y dejar de animar al cuerpo, sobreviniendo la muerte física: ¿irá a animar a otro cuerpo para cumplir con el proceso de la transmigración? No lo sé pero si lo espero.
El pensamiento del Dr. Marsh me puso a reflexionar y en realidad que con las enormes lagunas acerca del comportamiento del cerebro humano, no puede aplicarse la duda metódica. Tampoco se explica si no se utiliza la palabra ánima en lugar de alma. Seguiremos como al principio, aunque no pretendo convencer a los que no creen, si pretendo exponer lo poco que sabemos sobre la vida humana y su espiritualidad.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico

Noticias de Interés

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias