jueves 18, abril 2024
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Elección de magistrados: Una farsa de los diputados

Columna Poliédrica

Recientemente se ha dado un nuevo episodio en que los diputados de la Asamblea Legislativa se retratan de cuerpo entero. Dice el dicho que la mujer del César no solo debe serlo sino también parecerlo, sin embargo, una buena cantidad de las personas que están en ese poder de la República ya ni siquiera lo parecen. Ya han perdido cualquier vergüenza a la hora de realizar actos que contradicen lo que pretenden hacer creer a los ciudadanos, a saber: que el proceso de elección de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia es por méritos y de una forma imparcial.

Nuevamente tengo que decir y dejar claro lo siguiente: No conozco y tampoco he interactuado con el señor Enrique Ulate Chacón, sin embargo, resulta increíble que lo quieran excluir de un concurso por un requisito que resulta absurdo solicitar a un juez de la República. Entiendo que el citado señor ya ha participado en otros concursos para Magistrado y que no había sido excluido de una forma tan burda. Lo acontecido para el concurso que pretende llenar una plaza de Magistrado propietario de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia es impresentable, pero que se puede esperar de los diputados de esta Asamblea Legislativa: ¡poco o nada!

El proceso de elección de Magistrados se ha convertido en un farsa política y jurídica. Hoy es este señor y mañana puede ser cualquier otro al que someten a un proceso que pretenden revestir de legitimidad y legalidad, sin embargo, está a la vista que los diputados terminan haciendo a un lado los atestados y los méritos de los concursantes y deciden con base en un interés de partido o de grupos de poder de la sociedad costarricense.

¿Para qué piden una declaración jurada en que los concursantes digan que no pertenecen a ningún partido político? Este requisito es la mayor de las farsas porque se trata de encubrir el hecho que los diputados de la Asamblea Legislativa eligen a los Magistrados por afinidad política o por negociaciones que se dan entre los grupos parlamentarios. Se trata de una tomadura de pelo encubierta que pretende generar una legitimidad política, total y completamente, irreal.

Y ya que estamos desnudando cosas, dicen que a lo interno del Poder Judicial se prestan para, especialmente, desacreditar a los candidatos que los políticos no quieren que queden. Así como lo escuchan, las luchas entre funcionarios judiciales llegan a tal extremo que compañeros de los propios postulantes se encargan de proveer información a los diputados y a los medios de comunicación, para hacer caer en desgracia las postulaciones que no son de interés para propios y extraños.

Si esto es así como lo cuentan, hemos caído en una de las dinámicas más nefastas que pueden darse en un régimen político. Antes decían que una República puede resistir la corrupción del poder Legislativo o del Ejecutivo, pero cuando enfrenta la corrupción del poder Judicial, eso es señal inequívoca de su decadencia y de su posible destrucción. Pues bien, tendremos que poner las barbas en remojo porque estamos llenos de ejemplos donde eso ha venido ocurriendo y lo que vemos es la fase de decadencia por la que están transitando muchos regímenes.

El nombramiento de los Magistrados debe ser de la mayor importancia en el régimen republicano. Algunos dicen que la figura de Magistrado debería desaparecer, sin embargo, mientras eso ocurre, si es que ocurre, debemos nombrar a personas competentes en esos puestos; los diputados deben tener claro su responsabilidad en este tipo de elecciones. Ya basta de tanta pusilanimidad legislativa, en estas cosas los colores partidarios deben quedar de lado y se debe elegir a quienes han demostrado idoneidad para el puesto.

Y como ya hemos escrito sobre este tema, reiteramos una cita textual de uno de los autores clásicos del Derecho Constitucional que, por cierto, ya no leen en la mayoría de enseñaderos que existen de esta materia, a saber:

“En virtud de la completa independencia de la función judicial frente a todos los otros detentadores del poder, tiene una importancia decisiva la forma de designación para el cargo judicial. La experiencia general socio-psicológica, según la cual el detentador de un cargo permanece obligado a la persona responsable de su nombramiento, contiene peligros específicos en el caso de la función judicial. Especialmente, cuando el nombramiento está determinado por consideraciones políticas, el favorecido está expuesto a la tentación humana de pagar su deuda desempeñando su cargo de forma condescendiente.” (Karl Loewenstein, Teoría de la Constitución, Ariel, 1983, p.297)

(*) Andi Mirom esFilósofo

columnapoliedrica.blogspot.com

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4 COMENTARIOS

  1. La corrupción del poder Judicial, eso es señal inequívoca de su decadencia y de su posible destrucción. Desde mi punto de vista, eso es algo que ha venido dándose desde hace ya bastante tiempo. «La corrupción abarca prácticamente todos los ámbitos del acontecer político, en las diferentes dependencias de los tres poderes de la república». Es muy lamentable que todo esto esté sucediendo en una «tiranía en democracia», como la nuestra. Soy un hombre ya entrado en años, y lo que he observado es que cada nuevo gobierno, es más corrupto que el anterior; para muchos de estos, es más importante el devaluado papel moneda, que el bienestar general de la patria. Y eso señores, es muy lamentable.

  2. Y agreguemos a esto, lo señalado en los recientes informes de la ONU, del Relator Diego García-Sayán, escondidos por el podrido poder mediático nacional, donde Don Diego pone sal a infectada corruptela prevaleciente en los pasados y actuales nombramientos legislativos a convenidos Magistrados, donde los políticos aseguran el maíz en aras de ser inmunes a la justicia en Costa Rica. El encadenamiento o andamiaje es tan sólido, como sujetar a los jueces en general a una asquerosa y odiosa jerarquía a tales Magistrados, supeditando sus sentencias a los intereses del PLUSC y el gobierno de turno. Ya la opinión mundial ha caído en cuenta de nuestro prescrito arremedo judicial democrático. La tal transparencia para esos nombramientos ya lleva decenas de años cuenteándonos. El gran engaño al pueblo hoy carga consigo una inversión millonaria en publicidad. Ya no es la máquina de coser, un diario o unas latas de zinc. Son miles de minutos televisivos para arrear la voluntad electoral para seguir en lo mismo. ¿Y cuándo despertaremos?

  3. Es lógico que la mafia del PLN,PUSC ,PAC tengan que elegir a sus protectores ,su red de cuido, los corrompidos del poder judicial son los libertadores de los mafiosos de la trocha , crucitas , cementazo,OAS, están libres los corruptos culpables de la quiebra de este país… !!QUE VIVA TICOLANDIA!!,paraíso de la corrupción, donde Solo solo los de pie están en las cárceles, los ricos y los políticos gozando de la impunidad….Solo el ignorante vive feliz con sus miserias..(PEGA BANDERAS)

  4. Exelente articulo, en Costa Rica necesitamos un cambio de gobierno y de la forma de como se gobierna, Los que escribimos aqui no nos conocemos pero compartimos la misma preocupacion, juntos podemos hacer un cambio como esta pasando en el Hermano país de El Salvador!

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