Ciudad de México, 26 jul (Sputnik).- Dos israelíes con antecedentes penales asesinados el miércoles en un centro comercial de la Ciudad de México estaban ligados a la venta armas para el crimen organizado en el sur de ese país, según avances de la investigación difundidos este viernes por medios locales.
«Los sujetos estaban ligados a la distribución de armas para cárteles del sur-sureste del país; además, corporaciones federales señalaron que pretendían reactivar sus contactos para distribuir droga vía casinos», publicó el periódico local Excélsior, citando fuentes allegadas a la investigación.
La embajada de Israel confirmó la identidad y antecedentes de Benjamín Yeshurun Sutchi, de 44 años, y Alon Azulay, de 41.
Los israelíes fueron asesinados en un restaurante del centro comercial Artz Pedregal, con disparos de pistolas calibre nueve milímetros por un hombre y una mujer que simularon ser comensales.
Azulay escapó de Israel hace más de dos décadas y se desconocía su paradero, después de cumplir una pena por homicidio, según las primeras pesquisas.
En cuanto a Sutchi, llegó a México en 2001, tras escapar de prisión luego de ser sentenciado a 17 años de cárcel por el intento de asesinato del hijo de un delincuente israelí.
Gabriel Regino, quien fue subsecretario de Operación Policial en 2005, relató al periódico mexicano que logró la detención de Sutchi a petición del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, que este año fue disuelto.
Sutchi encabezó la distribución de droga en bares del barrio capitalino de clase media alta Polanco, y fue vinculado con el homicidio del narcotraficante colombiano José Omar Gallegos Castaño.
Las autoridades federales realizaron la detención del israelí hace 14 años, con 30 agentes de élite, conocidos como «Grupo Tigre».
Regino afirma que Sutchi intentó sobornarlo en aquella ocasión, con un millón de dólares cuando lo interrogó a bordo de una camioneta oficial, en presencia de su colaboradores, con «una actitud desparpajada, cínica, y en un español fluido».
El israelí le preguntó en aquella ocasión: «¿Para qué me quieres detener, para ganarte una estrellita más en tu uniforme?; eso no tiene caso, yo te doy un millón de dólares en este momento y tú me dejas seguir trabajando», según el relato del exjefe policial.
Noticiarios de televisión en Israel lo relacionaron con un conocido criminal israelí, Erez Akrishevsky, quien escapó a México hace 18 años, y que «fue detenido la semana pasada y deportado a su país».
Las autoridades federales mexicanas relacionan a Sutchi y Akrishevsky con el cártel narcotraficante de los hermanos Beltrán Leyva, que en la última década fue desarticulado con el arresto y se eliminó a los principales jefes.
El atentado fue realizado por una pareja minutos después de que otros dos hombres realizaron una operación de distracción en la entrada del exclusivo centro comercial, con unos 40 disparos con armas de largo alcance y el ataque a una patrulla policial que provocó heridas a un agente.
Solo fue detenida la mujer que participó en la ejecución, cuando intentaba huir por la parte trasera del centro comercial.
Otra mujer que departía con los dos israelíes, también desapareció ilesa de la escena.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que había sido descartada la primera versión de un «crimen pasional» que dio la mujer detenida, difundidas por la fiscalía de la capital. (Sputnik)