De cal y de arena
En un político al mando del gobierno de la República, lo grave no es sufrir la caída en picada en la estima de los gobernados. Al fin y al cabo, casi todos los gobernantes experimentan ese desplome, en unos con mayor efecto desequilibrante que en otros.
No es de alarmarse ni es para pedir su destitución, que el jefe de gobierno quiera disimular los reales alcances de una encuesta que en los números arroja cifras rojas.
Lo grave es que el presidente de la República no sepa interpretar el verdadero significado de ese desplome ni acertar en sus causas.
La encuesta del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica cuyos resultados acaban de difundirse debería preocupar al presidente Alvarado y al cercano equipo de colaboradores: en agosto de 2018 un 36% de los ciudadanos encuestados lo repudiaba; ahora –un año después- el rechazo ascendió a 65%. A la par aparece una mejor calificación para el gobierno como tal; las opiniones negativas llegan al 60%. Lo que da pie a interpretar que más que la percepción de que hay errores imputables al gobierno como tal, los ciudadanos están castigando al Jefe de Estado por la conducción que hace del Estado, por el rumbo que imprime a las decisiones de gobierno, por la conformación de su equipo y por la ausencia de liderazgo que se percibe, por la acumulación de factores que configuran la queja por el nivel del desempleo, por el virtual estancamiento de la economía, por los niveles de la inseguridad ciudadana.
La encuesta del CIEP se hace pública en coincidencia con la presencia del mandatario en los actos de inauguración de una nueva empresa dedicada a la línea de producción de artículos de alta tecnología, circunstancian que don Carlos aprovecha para contrastar lo que él interpreta ser la razón de esas bajas calificaciones: no estoy para hacer populismo sino para cambiar las cosas; y en eso estoy, pregonó el mandatario ante las voces que le interpelan por la encuesta.
Claro, señor presidente, el aprecio, la estima, la confianza se labra con hechos más que con palabras; eso que usted concurrió a inaugurar –aparte de ser un emprendimiento que echó a caminar cuando otro político conducía el timón del Estado- no es más que un eslabón de una larga cadena de resultados que sobrevienen tras los pasos que le esperan a usted (como le esperarían a otro que fuese el depositario del poder) y que se materializan en la capacidad del mandatario para estructurar un equipo de gobierno en torno a un vasto plan de trabajo construido con sentido realista y realizable, con determinada definición del compromiso de crear el clima idóneo para atraer la inversión y con habilidad para forjar liderazgos; eso que usted fue a poner a caminar mediante el simbolismo del corte de una cinta, no es más que el reflejo de una decisión tomada por un grupo de inversionistas a partir de la constatación de la presencia de un clima propicio para enterrar en suelo costarricense el sueño de un proyecto. Sí, don Carlos, el presidente de la República debe desatar nudos y promover cambios. Pero para que esas determinaciones encuentren acogida, hace falta generar confianza y construir liderazgos.
Pregúntese cuanto de esto le está haciendo falta; por allí encontrará la respuesta de la caída de la estima ciudadana hacia su gestión como mandatario.
(*) Álvaro Madrigal es Abogado y Periodista
El Presidente está muy solo. Su Ministra de Comunicación es un verdadero desastre, su Ministro de la Presidencia ya no existe. Me parece que lo que ha fallado por completo en esta administración es comunicar. Charlie, el joven Presidente tweetero de Costa Rica, adicto a las redes sociales, selfista hiperactivo, periodista de formación, no comunica.
Nunca debió estafar al pueblo mintiendo que el podía gobernar y arreglar los problemas económicos de este país, lo que mal empieza mal termina…Y el que se junta con malas compañías termina despreciado o repudiado por la sociedad.
Saturnio, el actual presidente de Costa Rica jamás le mintió al pueblo. Era más que claro que venía de un partido que no tenía rumbo. Además, se sabía que no tenía preparación, ni experiencia, ni trayectoria pública. Se sabía que de quedar no tenía un equipo experimentado (igual como ocurrió con Solis) que le acompañara e hicieran verdaderas políticas públicas.
Recuerde que en la segunda ronda el era el menos malo de los malos que quedaron. Ambos en las mismas condiciones respecto a preparación.
ël está en el poder porque el pueblo lo eligió, el pueblo no se informó, el pueblo votó con el hígado, no con la razón.
Nuestro querido Charlie está desarrollando en este momento su novela presidencial la cual publicó desde un principio con bombos y platillos: «la Crónica de un fracaso anunciado»
Con bastante frecuencia leo esta Sesion. El Pdte. Alvarado, fue elegido por el pueblo de Costa Rica. Desde un inicio de su Gobierto, y por los mas diversos asuntos y razones, EL NACIONALSOCIALISMO ha atacado y tratado de desprestigiarlo. NADIE, decoce que los NACIONALISTAS llegan el Poder y desvirtuan la verdad y la realidad con DEMAGOGIA. El Pueblo de Costa Rica, debe ver los ejemplos de: Cuba, Venezuela y Nicaragua.