Yo estoy feliz de que se haya creado el IVA y que se le aplique ahora a millones de habitantes de todos los niveles socioeconómicos para que ahora tengan que pagar más por muchos servicios por los que antes no pagaban; ¡qué rico! ¡Caramba, para que el país siga siendo el más feliz del mundo por lo menos! Y estoy feliz de que el impuesto a sociedades se aplique también a sociedades con pérdidas, desinscritas e inactivas para que aprendan a ser ricas y prósperas; que se busquen la plata para pagarlo cada año donde puedan o con tarjeta; se lo merecen; feliz de que la ley no permita completar las cuotas para recibir una pensión aun cuando haya la persona sobrepasado la edad de jubilación; ¡está bueno! ¡Para que los atenidos que no trabajaron lo suficiente sepan lo que es bueno! Claro, no podemos olvidar que una de las principales razones por las que este es el país más feliz del mundo es que es el más caro de la región y eso lo pone a la par de Suiza, por ejemplo. También me da mucha felicidad que los contribuyentes que prestan un servicio tengan que hacer la declaración mensual a la Tributación aunque no hayan prestado ningún servicio durante el mes; eso me encanta para que no estén ahí de vagos todo el tiempo; ¡que hagan algo por lo menos!
Muy importante apreciar también que los ciudadanos no tenemos que hacer nada para que haya diputados en la Asamblea Legislativa. A ellos los ponen los partidos políticos, pero nosotros tranquilos; puesto que tampoco estamos obligados por la ley a pertenecer a un partido político o a comulgar con alguna de las ideologías de los partidos que existen, estamos fuera del sistema por decirlo tecnológicamente: no somos de ningún partido y por lo tanto no tenemos a ningún diputado que hable por nosotros, pero ¡eso sí! tenemos que mantenerlos y eso es lo que me hace feliz; porque aunque no nos representen tiene que haber un congreso con unos diputados de corbata, excepto por los comunistas y los de otras izquierdas, por aquello de la imagen ante el resto del mundo; para la foto, como quien dice.
Y ¿qué tal con las tasas de interés de cerca del 50%? Feliz también por esto porque ¿Qué espera la gente? ¿Qué le presten la plata por amor? Pero hay mucho más; por ejemplo que el salario mínimo del sector público es como unas cien veces más bajo que el más alto y que la gente aprenda a no confundir: los de los puestos más elevados tienen que ganar más, vivir en mejores casas, vestir ropa de mejor calidad, comer alimentos saludables, viajar más, tener mejores servicios de salud; ¿cómo vamos a comparar a alguien en uno de esos puestos con alguien que hace mantenimiento de alcantarillas a quien nadie conoce y que se mete ahí y ni se ve qué es lo que hace? Cada cosa en su lugar y en eso aquí estamos muy bien. Esto debe hacernos felices.
Otro ámbito es de las tasas porcentuales de otras cosas. Tenemos las más altas per cápita entre muchas sociedades hasta más avanzadas en por ejemplo: suicidios, homicidios, robos y asaltos, deterioro de infraestructura pública, habitantes de la calle, sobrepoblación penitenciaria, obesidad; no seremos muy aficionados a algunas de estas cosas pero tenemos que reconocer que estamos entre los primeros del mundo y ser felices por eso. Ahora, hay otro campo en que ya se ha llegado a altos niveles de sofisticación y eso nos hace más felices: hay por lo menos cuatro profesiones en nuestro país –por cierto, no recuerdo cuáles son pero sí sé que las hay- que no cobran por las horas que dedica el profesional a nuestro problema ni por el producto que produce como lo hace todo el resto de la población trabajadora; no, éstos cobran una comisión o porcentaje sobre el valor de nuestros bienes, de nuestro patrimonio; no pueden cobrar digamos por media hora de trabajo haciéndonos un trabajito incluso basado en machotes, sino el equis por ciento de lo que vale nuestra casa o nuestro divorcio o proceso mortual o lo que sea.
Eso es haber descubierto la gallina de los huevos de oro, algo que pueden lograr sólo personas felices en un medio feliz. Ahora, también somos medio derrotistas, pesimistas, negativos pero no podemos negar con todas estas evidencias que Costa Rica es el país más feliz del mundo. Y podría seguir citando miles de motivos más para ser felices, pero no hace falta. Usted me cree ¿verdad?
(*) Orlando García Valverde, Traductor.
Así es
Los únicos que son felices son los neoliberales,y la monarquía empresarial con sus riquezas , pero su mayor felicidad es hacer de este país un infierno…son sociópatas que odian al pueblo, han secuestrado nuestro país y nos han robado la paz , y saqueando nuestro bolsillos, en cada gobierno aumentan la pobreza, son gente llena de maldad que han hecho a todo un pueblo MUY INFELIZ….Pero todo se paga,tarde o temprano la justicia del universo les llega por donde más les duele…Estos enfermos de la codicia no quisieron evolucionar en la luz,no aprendieron lo que es la piedad y la solidaridad hacia sus hermanos hijos de la luz….Solo es cuestión de tiempo para que el boomerang se devuelva para hacer justicia…Un ejemplo de ello es Oscar Arias, terminó como un abusador de mujeres ,denigrado ante el mundo ,lo castigaron por donde más le duele en su ego enfermizo y sus ínfulas de superioridad, un narciso que se creía el mejor del mundo…Se, que no se debe hacer leña del árbol caído ,pero a veces es necesario estos ejemplos para que los que hoy van por el camino de Oscar Arias entiendan…. NADIE SE LIBRA DE LA JUSTICIA DEL UNIVERSO, YA SEA EN LA TIERRA O DESPUÉS DE MUERTO…Cuando aprendan sobre la piedad es el día que van a volver a su verdadero hogar…Ahí si van a ser felices.
…te has quedado corto Saturnino, dejaste por fuera a la burocracia pública, verdadero engendro de la aristocracia de piso de tierra…, ellos se han levantado las instituciones y la institucionalidad de Costa Rica!
Me imagino que usted se refiero a los empleados públicos como diputados , ministros, directivas de bancos ,directivas en general, los magistrados que son los que se están chupando con salarios millonarios los impuestos de los de pie….Correcto tiene usted razón.