Moscú, 11 nov (Sputnik).- El presidente ruso, Vladímir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel, examinaron en una conversación telefónica el tema del tránsito del gas ruso a través del territorio de Ucrania, informó el servicio de prensa del Kremlin.
«Fue mencionado el tema de las negociaciones trilaterales que se realizan con participación de representantes de Rusia, Ucrania y la Comisión Europea sobre las condiciones del tránsito del gas ruso a través del territorio de Ucrania», dice el comunicado.
A finales de octubre pasado, representantes de Rusia, la Comisión Europea y Ucrania celebraron en Bruselas una reunión sobre el futuro del tránsito de gas ruso a Europa a través del territorio ucraniano.
El contrato actual para el tránsito de gas ruso expira a finales de 2019.
Entonces Rusia subrayó que Kiev no debería plantear sus demandas judiciales si quiere alcanzar con Moscú y la Comisión Europea un nuevo acuerdo.
Sin embargo, el 2 de noviembre el director ejecutivo de la empresa de energía ucraniana Naftogaz, Yuri Vitrenko, anunció que la compañía presentó ante el Tribunal de Apelaciones de Estocolmo nuevas demandas contra la rusa Gazprom, por un total de más de 12 millones de dólares.
El ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak, tachó de «absurdas» esas demandas.
Libia
Putin y Merkel llamaron a poner fin lo más pronto posible a los combates en Libia, informó el Kremlin tras una conversación telefónica de los dos líderes.
«Los líderes abogaron por el cese urgente y sin condiciones previas de los combates en Libia», destaca el comunicado.
Putin, según el texto, valoró positivamente la mediación de Alemania para restablecer el diálogo entre los libios e involucrar de manera más activa a la comunidad internacional con fin de resolver la crisis.
Libia continúa sumida en el caos desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales y la aparición de grupos yihadistas.
Desde finales de marzo de 2016 en Trípoli funciona el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU y presidido por Fayez al Sarraj.
No obstante, este Ejecutivo no cuenta con el apoyo de la Cámara de Representantes, parlamento unicameral con sede en la ciudad de Tobruk (este), que proclamó su propio Gobierno, apoyado por el Ejército Nacional Libio al mando del mariscal Jalifa Haftar.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que Haftar ordenara una ofensiva contra Trípoli para «liberarla de terroristas».
Las fuerzas leales al Gobierno de unidad nacional respondieron con la operación Volcán de Ira dirigida contra las tropas de Haftar.
Donbás en la legislación ucraniana
Además, destacaron en la conversación telefónica la necesidad de incluir el estatus especial de Donbás en la legislación ucraniana, comunicó el servicio de prensa del Kremlin.
«Se realizó una discusión exhaustiva sobre la solución de la situación en Ucrania, en particular, teniendo en cuenta la llamada fórmula Steinmeier, firmada por representantes de Kiev, Donetsk y Lugansk en el Grupo de Contacto, así como la separación de fuerzas y equipos en las áreas de las localidades de Stanitsa Lugánskaya y Zolotóe y el comienzo de este proceso en el pueblo de Petróvskoe», dice el comunicado.
Agrega que «se subrayó la necesidad de consagrar el estatus especial de Donbás en la legislación de Ucrania».
Además, los dos líderes coincidieron en la importancia de implementar los acuerdos de Minsk y otros pactos que tienen por objetivo la solución de la crisis ucraniana.
El Kremlin informó que también «fue confirmada la disposición a continuar los esfuerzos de Rusia y Alemania en el marco del Cuarteto de Normandía, incluido para preparar una posible cumbre en este formato.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015 por el Grupo de Contacto Trilateral y representantes de Donetsk y Lugansk, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, cuyo resultado la ONU estima en unos 13.000 muertos.
El 1 de octubre pasado los representantes del Grupo de Contacto trilateral firmaron, en una reunión en Minsk, la llamada fórmula Steinmeier.
Se trata de una hoja de ruta para la solución de la crisis en Donbás que prevé que la Ley de Ucrania sobre el autogobierno local en ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk, entre en vigor provisionalmente el día de las elecciones locales en estos territorios, y de forma permanente después de que la OSCE haya confirmado la validez de estos comicios.
En calidad de primera medida, el Grupo de Contacto trilateral acordó que milicias y militares ucranianos se retiraran de la zona delimitada por los acuerdos. (Sputnik)