Brasilia, 12 nov (Sputnik).- La crisis política que atraviesa Bolivia es parte de una estrategia que apunta a modificar la orientación política de América Latina y que se manifiesta de distintas maneras en los diferentes países de la región, dijo el lunes a Sputnik el diputado brasileño Paulo Pimenta.
«Lo de Bolivia es parte de un escenario más amplio, que involucra un proyecto de alteración de la orientación política de América Latina como un todo», expresó el legislador, líder de la bancada del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) en la Cámara de Diputados de su país.
Pimenta dijo que este proceso se dio de manera distinta según los países, ya que mientras en Bolivia respondió a la derrota de la derecha en los comicios, en Argentina, Chile y Ecuador las crisis políticas fueron fruto de la aplicación de políticas neoliberales por parte de los gobiernos.
«La derecha tenía expectativas de ganar las elecciones en Bolivia, y como no lo consiguen aplican una estrategia de deslegitimación del proceso electoral, creando un ambiente de inestabilidad», sostuvo el diputado brasileño.
El ahora expresidente de Bolivia, Evo Morales, dimitió el domingo en medio de violentas protestas y luego de que así se lo pidiera la policía y las Fuerzas Armadas.
La renuncia ocurrió pese a que el presidente convocó a nuevas elecciones debido a que auditores de la Organización de los Estados Americanos sugirieron repetir la votación ante la constatación de irregularidades en el conteo de votos en los comicios del 20 de octubre pasado, en los que, según el Tribunal Supremo Electoral, Morales resultó ganador.
Reacción
Para Pimenta, la convulsa situación actual es una respuesta a la «unidad muy fuerte» que supo tener la izquierda hace unos años, cuando gobernaba en los principales países de la región.
«En aquel momento teníamos un proyecto internacional que pasaba por el fortalecimiento del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la creación de una unidad que permitió que pudiésemos, a través de Brasil y de otros países, tener voz en el G8 y el G20, consiguiendo crear un ambiente de negocios que nos retirase de esa dependencia histórica de EEUU y la Unión Europea», observó el diputado.
Asimismo, añadió que hay elementos «provocadores» del actual escenario, entre los que destaca el «agravamiento de la crisis de la superespeculación del capital», que llevó a los grandes inversores a modificar sus prioridades y pasarse a los «activos estratégicos», como el petróleo, el gas y otros minerales y metales.
«Tenemos petróleo, metales de altísimo valor, agua dulce, somos la reserva agrícola del planeta. ¿Dónde están invirtiendo las grandes empresas hoy? ¿Cómo hacés entonces para que América del Sur se integre a esta nueva etapa del neoliberalismo con gobiernos populares y de centroizquierda en todos los países? No cabe», aseguró Pimenta.
Tras la renuncia de Morales, de su vicepresidente, Álvaro García Linera, y de los líderes de ambas cámaras, que los seguían en orden de jerarquía para asumir en el Poder Ejecutivo, el Parlamento de Bolivia tratará de definir este martes una salida legal al vacío de poder en que quedó el país.
La segunda vicepresidenta del Senado, la opositora Jeanine Áñez, es actualmente la máxima autoridad legislativa y por lo tanto la eventual sucesora de Morales.
Una clave de la transición presidencial está en manos del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales, que tiene mayoría calificada de dos tercios en ambas cámaras y no ha dado señales claras sobre si irá o no a las sesiones sucesivas del Senado y la Asamblea Plurinacional que definirían la situación. (Sputnik)