Madrid, 12 nov (Sputnik).- El preacuerdo para la formación de un Gobierno de coalición firmado este martes entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la coalición izquierdista Unidas Podemos (UP) contempla, como principios más destacados, la búsqueda de políticas sociales en refuerzo del Estado del bienestar y la disposición a dialogar en Cataluña siempre que sea bajo el marco de la Constitución.
«PSOE y Unidas Podemos hemos alcanzado un preacuerdo para conformar un Gobierno progresista de coalición que sitúe a España como referente de la protección de los derechos sociales en Europa, tal y como los ciudadanos han decidido en las urnas», reza el texto del preacuerdo.
Dicho texto, que despeja el camino de la gobernabilidad en España, fue rubricado este martes en el Congreso de los Diputados por el líder del PSOE, el presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez, y por el líder de Unidas Podemos, el antiguo profesor universitario Pablo Iglesias.
El texto señala que ambas formaciones «comparten la importancia de asumir el compromiso en defensa de la libertad, la tolerancia y el respeto a los valores democráticos como guía de la acción de gobierno».
Los detalles del acuerdo, así como las quinielas para el reparto de cargos en el próximo Gobierno, se conocerán en los próximos días, aunque la mayoría de medios locales apuntan a que Pablo Iglesias será el vicepresidente del Gobierno bajo el liderazgo de Sánchez.
Pese a no avanzar cuál será la composición del Gobierno, el texto señala cuáles serán los pilares sobre los que se construirán sus políticas si finalmente el Congreso de los Diputados permite su formación.
«Los ejes prioritarios de actuación del gobierno progresista de coalición se centrarán en dar respuesta a los principales retos que tiene ante sí la sociedad española en su conjunto», señala el texto.
En ese sentido, el texto aboga, en primer lugar, por «combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo digno, estable y de calidad».
Del mismo modo, entre los principios rectores del eventual Gobierno de coalición de izquierdas se encuentran «proteger los servicios públicos» y «blindar las pensiones de nuestros mayores» asegurando la revalorización conforme al coste de la vida, además de contemplar «la vivienda como derecho y no como mera mercancía».
Otro de los ejes de acción del acuerdo PSOE-UP es «la lucha contra el cambio climático» y la búsqueda de una «transición ecológica justa».
En materia de derechos civiles, el texto propone «la aprobación de nuevos derechos que profundicen el reconocimiento de la dignidad de las personas».
Este apartado incluye propuestas tan diversas como el refuerzo de la memoria histórica del país, la aprobación de medidas que salvaguarden la diversidad e incluso la aprobación de leyes que garanticen el derecho a una muerte digna.
Asimismo, los firmantes del acuerdo manifiestan su compromiso con las «políticas feministas», apartado en el que prometen dar una «lucha decidida contra la violencia machista» y poner en marcha de medidas para acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres.
En cuanto a política fiscal, el acuerdo habla de abordar «una reforma fiscal justa y progresiva» para que el nivel de recaudación se acerque a la media Europea y se eliminen los «privilegios» de algunos actores económicos.
En uno de sus últimos apartados el texto se refiere a la situación en Cataluña, un asunto que en otros momentos fue motivo de discrepancia entre Sánchez e Iglesias, ya que Unidas Podemos defiende la celebración de un referéndum vinculante como forma de resolver el conflicto territorial, algo a lo que el PSOE se niega.
El acuerdo compromete a ambos partidos a trabajar para «garantizar la convivencia en Cataluña».
«Con ese fin, se fomentará el diálogo en Cataluña, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución», señala el texto.
Es de destacar que en política territorial el texto no se limita a hablar de Cataluña, sino que también hace referencia a la necesidad de cuidar los territorios más despoblados y a la búsqueda de un fortalecimiento del Estado de las autonomías para que los españoles puedan acceder a los mismos servicios y ejercer los mismos derechos en todos los puntos del país.
«Será un Gobierno que trabaje por el diálogo para afrontar la crisis territorial y por la justicia social como la mejor vacuna frente a la extrema derecha», dijo Iglesias tras escenificar la firma del pacto junto a Sánchez.
Por su parte, Sánchez dijo que el preacuerdo sienta las bases de un «proyecto ilusionante» con el que resolver el nudo gordiano de la gobernabilidad española, donde nunca antes se formó un Gobierno de coalición en las cuatro décadas que lleva instaurado el sistema democrático.
El PSOE de Pedro Sánchez fue el ganador de las elecciones de este domingo en España, consiguiendo 120 de los 350 escaños que componen el Congreso de los Diputados, encargado de elegir al próximo Gobierno del país.
Por su parte, la coalición izquierdista Unidas Podemos consiguió 35 diputados.
En ambos casos las formaciones de izquierdas sufrieron un leve retroceso respecto a las elecciones del mes de abril, mientras que los conservadores del Partido Popular y la formación ultraderechista Vox (segundo y tercer partido más votados) vivieron un repunte.
Quizás apremiados por el ascenso de la ultraderecha, los líderes de izquierda se pusieron a negociar de inmediato, consiguiendo en apenas 48 horas un preacuerdo al que no llegaron en toda la legislatura anterior.
En suma, PSOE y UP acumulan 155 diputados, lo que todavía queda lejos de los 176 que marcan la mayoría absoluta necesaria para investir a un presidente del Gobierno.
No obstante, el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos para desbloquear la situación puede despertar múltiples adhesiones –ya sea con un voto favorable o con una abstención– de partidos independentistas catalanes y nacionalistas vascos, así como de distintas fuerzas regionalistas, con lo que alcanzaría para asegurar la formación de Gobierno. (Sputnik)