Moscú, 20 nov (Sputnik).- Rusia reitera su preocupación por el uso de la fuerza contra los manifestantes en Bolivia y el decreto del Gobierno de facto que exonera de responsabilidad a los militares.
«Es un hecho alarmante, una evaluación que también la comparten las organizaciones defensoras de derechos en la región», dijo a la prensa el responsable del Ministerio de Exteriores de Rusia para América Latina, Alexandr Schetinin.
El gobierno de facto de Jeanine Áñez dio carta blanca a los militares para aplacar las protestas de la población contra las nuevas autoridades.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos contabilizó al menos 23 muertos y 715 personas heridas desde el inicio de la crisis, entre ellos al menos nueve fallecidos y 122 heridos por la represión combinada de la policía y fuerzas armadas desde el viernes 15.
Schetinin indicó que «la situación sigue siendo alarmante».
El diplomático señaló además que «continúan los enfrentamientos entre los adeptos de las distintas fuerzas políticas».
«La cifra de muertos y heridos supera varias veces la cantidad de afectados durante las manifestaciones que tuvieron lugar antes del cambio de gobierno», puntualizó.
Bolivia está envuelta en una crisis política desde que el 10 de este mes Morales renunció a la presidencia, presionado por las Fuerzas Armadas y la policía y luego de varias semanas de protestas por un presunto fraude electoral en los comicios del 20 de octubre.
Luego de que Morales fue asilado por México, la senadora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta sin pasar por los procedimientos legislativos previstos en unas sesiones del parlamento que no tenían el quorum requerido.
La investidura de facto de Áñez fue avalada por el Tribunal Constitucional.
Rusia considera ilegítima la expulsión de diplomáticos venezolanos de Bolivia
Rusia considera ilegítima la decisión del Gobierno de facto de Bolivia de expulsar a los diplomáticos venezolanos del país, declaró a Sputnik el vicecanciller ruso Serguéi Riabkov.
«No lo consideramos como una acción de autoridades legítimas», respondió a la pregunta correspondiente.
Riabkov subrayó que Rusia «no considera autoridades legítimas a aquellos que ahora toman decisiones en La Paz».
«Reiteramos en varias ocasiones que los acontecimientos que han tenido lugar en ese país en las últimas semanas tenían indicios de un golpe de Estado, (…) y subrayamos la falta del quorum en el Parlamento en el momento de la aprobación de la senadora (Jeanine) Áñez» como presidenta, afirmó el vicecanciller ruso.
El 15 de octubre pasado la canciller de facto de Bolivia, Karen Longaric, anunció la ruptura de las relaciones con Venezuela y la expulsión de los diplomáticos venezolanos del territorio boliviano, acusándolos de «haberse involucrado en asuntos internos del Estado».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró después, al anunciar el retorno de sus connacionales a Caracas, que los funcionarios diplomáticos venezolanos en Bolivia «estaban siendo amenazados personalmente», y la embajada de Venezuela «fue sitiada y amenazada de asalto y de incendio».
Bolivia está envuelta en una crisis política desde que el 10 de noviembre el mandatario Evo Morales renunciara a la presidencia, presionado por las Fuerzas Armadas y la policía y después de varias semanas de protestas por un presunto fraude electoral en los comicios del 20 de octubre.
Después de que Morales (2006-2019) fuera asilado por México, la senadora opositora Áñez se autoproclamó presidenta interina en una sucesión sin acuerdo parlamentario aunque avalada por el Tribunal Constitucional.
Venezuela calificó de golpe de Estado lo sucedido en Bolivia y rechazó la proclamación de Áñez como presidenta interina. (Sputnik)