Jerusalén, 23 nov (Sputnik).- El líder de la coalición de centro-derecha israelí Azul y Blanco, Benny Gantz, acusó este sábado al primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, de retener al pueblo de Israel como «rehén» de sus problemas legales y de «arriesgarse a una guerra interna» en su formación para mantenerse en el poder.
Gantz instó a los líderes del Likud a «hacer oír su voz» y a unirse a él «en un gobierno de unidad» en un discurso en Tel Aviv.
El jefe de Azul y Blanco lanzó ataque contra Netanyahu, que el jueves pasado definió las acusaciones formales que la Fiscalía general del Estado de Israel anunció contra él por tres casos de corrupción como «intento de golpe para derrocarlo».
«Ningún líder israelí, de derecha o de izquierda, se atrevió a imaginar que el Estado le perteneciera, que sin él no tenía derecho a existir. Ninguno de ellos concibió jamás enfrentar a hermano contra hermano, incitar a hermano contra hermano, llamando explícita o implícitamente a lastimarse mutuamente «, señaló Gantz.
«El Estado de Israel y el pueblo de Israel no son propiedad privada de ningún líder», subrayó.
Gantz, exjefe del Estado mayor del Ejército israelí, confesó que se sintió «dolido pero orgulloso» mientras escuchaba al fiscal general, Avijai Mandelblit, leer los cargos contra Netanyahu: fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de corrupción.
El líder de Azul y Blanco reconoció que Netanyahu había mostrado patriotismo a lo largo de su vida y servicio público y que, por lo tanto, «merece agradecimiento y aprecio».
«Pero un verdadero patriota no mantendría al pueblo de Israel como rehén de su lucha legal», agregó.
Gantz acusó al primer ministro en funciones de haber «pisoteado» a sus oponentes políticos a lo largo de su carrera. «Él es el último que ahora puede reclutar apoyo público para incitar contra los investigadores, los jueces, los fiscales», sentenció.
«El hombre que dirigió una campaña de incitación dura y dolorosa contra el [asesinado] primer ministro israelí Isaac Rabin, una campaña que terminó en un terrible desastre nacional, bien debería saber el precio peligroso de las palabras, que podrían convertirse en balas mortales», aseveró con dureza.
«Llamo a los líderes del Likud: los respeto y pido una asociación con ustedes, incluso si no estamos de acuerdo en todo. Ahora es el momento de dejar a un lado sus miedos y las amenazas pasadas y llevar a la sociedad israelí a una nueva era de curación», agregó. (Sputnik)
