Bogotá, 4 dic (Sputnik).- Las movilizaciones del miércoles en Colombia, al cumplirse el día 14 del paro nacional contra el Gobierno de Iván Duque, se desarrollaban en calma en la capital y con algunos incidentes aislados en la ciudad de Cali (sudoeste).
Cientos de manifestantes se concentraron en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá procedentes de distintos puntos de la capital para protestar contra el Gobierno, al que señalan de impulsar iniciativas de corte neoliberal.
«El pueblo negro es fuerte, es bravo y está puto (enojado)», decía a través de un megáfono una de las lideresas de los grupos afro del Pacífico colombiano, adscrito al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), que también participó de la movilización.
Junto a ellos, estudiantes, sindicalistas y miembros de la Guardia Indígena del departamento del Cauca (suroeste) se sumaron a la movilización de manera pacífica, aunque en una concurrencia bastante menor a la vista en marchas anteriores, según pudo constatar Sputnik.
En la Plaza de Bolívar se instalaron vendedores de helados, jugos y comestibles que en anteriores movilizaciones no tenían cabida debido a la aglomeración.
«Las ventas venían de capa caída con las anteriores marchas, pero fíjese usted que en esta la gente ha llegado en menos cantidad y, al parecer, con más sed, porque hoy he vendido más a los manifestantes que las veces pasadas», dijo un vendedor de helados en la plaza, mientras hacía sonar las campanillas para llamar la atención de los manifestantes.
Jóvenes, indígenas y afrocolombianos entonaban canciones y bailaban de manera pacífica, luego de que el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, permitió el acceso a la plaza, que antes había vetado aduciendo que debía instalar la decoración de Navidad.
«Dije que no se podrían tener manifestaciones en la Plaza de Bolívar debido a los trabajos de montaje del espectáculo navideño. Ante la insistencia de organizadores del paro y su compromiso con una movilización pacífica, desmontamos andamios y autorizamos el uso de la plaza», escribió Peñalosa en Twitter.
Los comerciantes de la plaza de San Victorino, un populoso sector de la ciudad, dijeron que las ventas mayoristas han caído de manera considerable acompañando el paro.
«En un día normal, sin paro ni marchas, aquí se venden entre 150 y hasta 200 prendas de vestir, ahora a duras penas se llega a las 20 en el día, lo cual nos tiene muy preocupados, porque a este paso vamos a pérdida», dijo a esta agencia Gabriel Montenegro, un comerciante del sector.
Sputnik pudo observar que la zona de San Victorino, a 2,5 kilómetros de distancia de la Plaza de Bolívar, permanecía casi vacía al comienzo de la tarde.
Los comerciantes intentan contrarrestar la caída abriendo los locales más temprano o con ferias nocturnas hasta la madrugada, conocidas como «trasnochón».
El Comité Nacional del Paro, integrado por sindicatos, estudiantes, indígenas y otros colectivos, anunció que mantendrá las movilizaciones a la par que dialoga con el Gobierno para buscar soluciones a sus demandas.
Los principales reclamos se dirigen a los intentos de reducir el salario mínimo para jóvenes trabajadores y reducir el sistema de pensiones, así como cumplir compromisos asumidos con los estudiantes para mejorar la financiación de las universidades públicas, y con los indígenas y campesinos.
Los manifestantes también exigen que se implemente el acuerdo de paz firmado en 2016 y que se ponga fin a los asesinatos de líderes sociales y de desmovilizados, así como a los operativos militares en los que resultan muertos civiles inocentes.
Las protestas comenzaron el 21 de noviembre, algunas con disturbios y enfrentamientos entre encapuchados y la policía.
Un blanco de las críticas es el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), acusado de uso excesivo de la fuerza contra manifestaciones pacíficas.
Un joven de 18 años murió por el disparo de un agente del Esmad y otras tres personas fallecieron en disturbios.
Por las movilizaciones, varias estaciones del sistema de transporte masivo Transmilenio fueron cerradas y algunas sufrieron bloqueos intermitentes por las marchas, lo que ha obligado a miles de usuarios a caminar para llegar a sus destinos.
Las movilizaciones en otras ciudades fueron pacíficas, aunque en Cali (suroeste) hubo disturbios en la zona sur de esa ciudad, y la Alcaldía autorizó la intervención del Esmad.
«Por los actos violentos y daños que algunos manifestantes han cometido contra (el centro comercial) Unicentro, el Esmad va a intervenir la zona aledaña a la (estatal) Universidad del Valle para preservar el orden», indicó la Alcaldía.
En esa zona se escuchaban estallidos de explosivos artesanales y el sobrevuelo de un helicóptero policial, comentó a Sputnik un residente del sector, Joaquín Pachón.
El Gobierno alega que las movilizaciones han causado pérdidas equivalentes a 412 millones de dólares, más de 177 civiles y más de 340 agentes heridos. (Sputnik)