Berlín, 12 dic (Sputnik).- Alemania rechaza cualquier intento de otros países de influir en la política energética europea, declaró este jueves el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas.
«La política energética europea se decide en Europa y no en Estados Unidos. Rechazamos de principio invectivas desde el exterior y las sanciones extraterritoriales», dijo Maas al comentar las sanciones estadounidenses al gasoducto Nord Stream 2.
El 9 de diciembre, los comités de ambas cámaras del Congreso de EEUU previamente acordaron el presupuesto militar para 2020, que contempla restricciones contra los gasoductos Nord Stream 2 y Turk Stream, infraestructuras concebidas para elevar la seguridad energética de Europa.
Se espera que el documento se presente en los próximos días para la firma al presidente de EEUU, Donald Trump.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, comentó que el Congreso de EEUU no logrará parar los proyectos de gasoductos Nord Stream 2 y Turk Stream.
El miércoles el jefe de la Asociación Empresarial Alemana para el Este de Europa (OAOEV, por sus siglas en alemán), Oliver Hermes, comunicó que las sanciones de EEUU contra el gasoducto Nord Stream 2 torpedearán los resultados de la cumbre del Cuarteto de Normandía (Alemania, Francia, Rusia, Ucrania) en París, así como vulnerarán la soberanía de la Unión Europea (UE).
El proyecto Nord Stream 2 prevé el tendido de dos tuberías a través del mar Báltico entre Rusia y Alemania, con capacidad para 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas.
Entre los países que se oponen al proyecto está Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso, y algunos Estados europeos como Polonia, Letonia y Lituania.
También expresó su recelo Estados Unidos, que busca vender a Europa gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto.
Oto proyecto de gasoducto, Turk Stream, incluye el tendido de dos tuberías con una capacidad total de 31.500 millones de metros cúbicos de gas anuales a través del fondo del mar Negro.
El primer ramal del gasoducto, cuya construcción debe finalizar en 2019, está destinado a suministrar combustible a los consumidores turcos y el segundo, al abastecimiento del sur y sudeste de Europa.
El lanzamiento del gasoducto está previsto para enero de 2020. (Sputnik)