La economía china aparece en este siglo XXI con células de una economía de mercado destinada a los intereses particulares del pueblo y de la nación. El fenómeno de introducción de la competitividad y la transparencia en la política económica china per se generó resultados que la colocaron a la vanguardia de los países con mayor desarrollo del Continente de Asia, superando a Japón, India y algunos países emergentes como Singapur y Corea del Norte.
Las particularidades de introducción de la economía de mercado en la República Popular China crearon las bases para competir con las grandes potencias europeas y con los Estados Unidos de América consolidando así su hegemonía, primeramente, en Asia y posteriormente, en la economía global. Ese nuevo pensamiento orienta a los chinos a crear empresas financieras de corte mundial en las que se vea reflejada la igualdad de condiciones entre los países capitalistas.
La nueva filosofía de la política global de China vinculada también a la Organización Mundial de Comercio (OMC) le permite participar en el Acuerdo sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y consolidar la excepción de una serie de condiciones especiales en materia de subvenciones y dumping. Esto significa que estamos frente a una economía que se medirá en la próxima década directamente con las grandes potencias económicas del mundo, construyendo, de este modo, el camino para convertirse en la primera potencia mundial, en un corto periodo, aun cuando a muchos no les agrade ese éxito bien ganado.
En este sentido, la participación de China dentro de la OMC busca generar las bases para resolver las diferencias antidumping; defenderse en el mercado global rectamente con los Estados Unidos, los países europeos y/o la propia Unión Europea y salvaguardarse de las demandas que les impongan. Estas iniciativas deberán contribuir a instauración de las bases para su nueva estrategia global de la “La franja y la ruta” como maniobra principal para el desarrollo de una economía internacional que fortalezca hacia adentro el desarrollo de su país, el cual tiene todavía pendiente la resolución de problemas de pobreza, los cuales el presidente Xi Jinping ubica como prioridad en su agenda política, seguir disminuyéndolos en las próximas décadas.
Constituye un reto para los continentales la creación de estructuras paralelas que mantengan las economías capitalistas. China inició acciones en esta dirección desde 1994 con la fundación del Banco de Desarrollo de China. Cuatro años después (1998) explora la financiación del desarrollo en prácticas y logros de apoyo de la financiación del desarrollo socio económico, los cuales se fundamentan en la sustitución de efectos de orientación y liderazgo, a fin de apoyar la construcción de proyectos prioritarios a nivel nacional: encabezar en el campo financiero para impulsar el desarrollo sostenible y saludable de la urbanización; desarrollar las finanzas inclusivas para asegurar la igualdad al acceder al financiamiento; poner en marcha la cooperación internacional para propulsar beneficios compartidos y ganar-ganar.
Creemos que esta filosofía forma parte de la estrategia global de China para consolidar su política macroeconómica con los países en vías de desarrollo y la vez servir a la “diplomacia de cooperación” con el ofrecimiento de apoyos financieros a proyectos estratégicos internos y externos. Estamos ante una nueva era de la cooperación en la que los países capitalistas no están solos porque existe una nueva filosofía estratégica a partir de la cual los países latinoamericanos, como Panamá, tienen actualmente opciones para invertir en sus proyectos de desarrollo con un menor costo del capital financiero.
En este siglo XXI, el mundo será el escenario de grandes cambios en materia de economía. Los chinos continentales se convertirán en la primera potencia mundial y esto exigirá la creación de un nuevo orden económico mundial y que hoy se observa incierto, pero que sirve de base al desarrollo económico y político de la nueva estrategia que se empleará en los próximos 25 años, para todos los países del orbe.
(*) Msc. Leonardo Enrique Collado Trejos. Catedrático Universidad de Panamá, Centro Regional Universitario de Azuero
Felicidades al autor, Profesor Collado, por su brillante descripción de la realidad económica actual y el rol de China en la economía mundial.
Desde España puedo añadir que China será la primera potencia mundial antes de lo esperado y en mi país, ya se ven negocios en diversos sectores y de calidad.
Muy interesante artículo, saludos
Una gran nación, liderada por un Partido Comunista, con una economía planificada,cuyo objetivo es el bienestar de su gente y relaciones de ganar- ganar con todos los pueblos y naciones, sin ánimos de hegemonías ni conquistas. Indudablemente será un buen cambio para la humanidad.