jueves 28, marzo 2024
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Hay méritos de méritos

Columna Poliédrica

¿Por qué será que un buen número de personas piensan que un filósofo solo puede trabajar como profesor en una universidad? Los que así piensan, con todo respeto, lo único que hacen es evidenciar su ignorancia. En la actualidad en muchas de las grandes empresas trasnacionales están empleados filósofos que ayudan a los más altos gerentes y directivos a la toma de decisiones. Se trata de personas que, con su intelecto, permiten que estas empresas se puedan adelantar a los acontecimientos para lograr una ventaja competitiva.

También encontramos filósofos en los más altos órganos de decisión de la política mundial. Asesoran a los políticos en temas tan novedosos como la bioética, la inteligencia artificial o lo que en la actualidad se le denomina mecanismos de control de personas, por mencionar tres temas de absoluta actualidad. La filosofía, a diferencia de lo que muchas personas piensan, no es estar contemplando el horizonte y elucubrar sobre el paso de las nubes en el cielo.

Ahora bien, en su quehacer, el filósofo tiene una de las tareas más difíciles que un ser humano puede hacer: transmitir a los demás sus análisis y pensamientos. Esta tarea, hasta el momento, requiere del lenguaje para poder realizarla, lo anterior supone que debe procurar desarrollar un manejo del lenguaje escrito y verbal, lo más óptimo que le sea posible. El hablar y escribir bien en cualquier idioma, es algo fundamental para cualquier persona; sin embargo, para el filósofo es vital para su labor.

En este sentido, si un texto no se ha entendido como el autor pretendía es porque no está bien escrito. Aunque esta afirmación puede ser un poco extrema, ya que alguien podría alegar que el receptor también tiene responsabilidad en la decodificación del mensaje, considero que corresponde al escritor la obligación de perfeccionar su estilo para no ser malentendido.

Pues bien, en la anterior columna, no fui lo suficientemente claro respecto a qué se entiende por la desvalorización de los méritos. No se trata de ponderar únicamente el mérito académico, el cual es importante sin duda; sin embargo, no es el único mérito que ha venido a menos, existen otros que también son relevantes y que de manera errónea supuse que se entenderían contemplados en el texto. Nadie está por desmeritar a los autodidactas, empero, la educación formal se estableció porque ese tipo de personas son la excepción a la regla; tampoco se trata de bajarle al piso a los deportes, pero todos sabemos el negocio que hay detrás de la actividad deportiva en nuestro tiempo.

Todo esfuerzo del ser humano para mejorar su condición individual es meritorio, sin embargo, cuando ese esfuerzo en para beneficiar a su prójimo, ese esfuerzo adquiere otras características. En el mundo hedonista en que vivimos, el que existan acciones solidarias entre los miembros de una comunidad, constituye un paso adelante en la dirección correcta. No es lo mismo el esfuerzo por lograr que millones de seres humanos superen la batalla contra las enfermedades, que romper las marcas en los distintos deportes que participan en las justas olímpicas de cada cuatro años.

Esperaría que quede claro el punto, pero a como estamos: ¡Vaya usted a saber!

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

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6 COMENTARIOS

  1. «A como estamos», a un filósofo que se permite trabajar en una empresa capitalista de estos días, quizás no se le debería llamar filósofo… Quizás palabras como «coach» o «consejero» sean más adecuadas.

    Platón decía que un verdadero filósofo no se mete en política. Será que se le puede llamar filósofo a una persona que le ayuda a «empresas malignas» a lograr ventajas competitivas?

    • Sí se le puede llamar filósofo a alguien que trabaja brindando asesoría a empresas privadas si tiene un título profesional que lo avale como tal, aún y si el cargo que ocupa sea el de «coach», «consejero» o simplemente «asesor». Es como que un ingeniero ocupe un puesto de auditor, o un abogado o un economista ocupen puestos de analistas.
      Si Platón decía que un filósofo no se debe meter en la política (lo cual no me consta, tal vez en alguna obra se expresó de esa forma, pero recuerdo que en su libro «La República» más bien decía y explicaba por qué los filósofos eran los más adecuados para dirigir a una nación), qué tiene que ver eso con que un filósofo sí se meta a asesorar empresas? Acaso se puede concluir que una persona por trabajar en una empresa privada esté metida en política?!?

      • Por un lado, «Eres lo que haces»… Si te dedicas a «coachear» a empresas capitalistas a sobre-tiempo completo, después de un tiempo dejas de ser filósofo.

        Por otro lado, que alguien tenga un bonito papel con el logo de una universidad y la palabra «Filósofo» escrita en él, no significa que la persona en cuestión sea realmente un filósofo. Lo mismo ocurre en todos los campos. El sistema de educación (también el universitario) esta mal organizado. Los «méritos académicos» son muy relativos, no como los de un deportista que después de muchos años de practica logra reducir sus tiempos en una centésima de segundo. Los títulos universitarios los regalan o venden en todo el mundo.

        Y sí, es en La República que Platón dice que un filósofo jamás se dedicaría a la política en una democracia. Se imagina usted a Plato avalando que un filósofo se dedique a asesorar empresas capitalistas de hoy?

  2. Juan Guier Toledo: A algunos sí nos interesa leer artículos de opinión, vengan de quien vengan, porque fortalecen nuestro pensamiento crítico. Me parece que tiene usted razón en que es muy fácil escribir artículos irrelevantes, pero la columna de hoy no es irrelevante porque permite aclarar ciertos aspectos que no habían quedado claros en la columna anterior, la cual había creado cierta polémica, por lo cual, es plausible el esfuerzo del autor en aclarar sus dichos previos.

  3. Parece bien que la Filosofia se involucre y se acerque al quehacer de la sociedad , como seria el caso de las empresas. Ojala pueda aportarle a estas para que sean integralmente exitosas . Tanto en lo economico como en lo humanistico. Asi tambien como en todas las areas donde pueda contribuir a una crear una mejor sociedad.

  4. En el mundo tan competitivo como el de hoy, la única filosofía es la de sobrevivir.Como es la naturaleza, el mas fuerte sobrevive.Veo muy difícil a un filosofo asesorando a un director de empresa ,cuando el competidor se esta ahogando.El filosofo por humanista trataría de ayudarlo.El verdadero empresario, el de la jungla, el exitoso, le metería una manguera por la boca y abriría el chorro de agua para terminar de ahogarlo.Esa es la vida.

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