jueves 18, abril 2024
spot_img

Costa Rica ante el reto de cambiar su destino (1 parte)

Es un momento de interés nacional, hemos llegado al Rubicon, nos guste o no, no hay marcha atrás. Quizá como antesala del bicentenario de nuestra independencia de España y ante el cambio mayúsculo de la historia contemporánea, tenemos que revisar cautamente qué queremos como futuro para las generaciones jóvenes. A un Presidente le cuesta mucho pensar, hay demasiados conflictos que enturbian su entorno, lo que les lleva a creer que nada puede cambiar. Entran a medio periodo usualmente en un dilema: o no hago más nada y paso con seis, o hago cambios que quizá me reprueben hoy, pero me aplaudirán mañana. En medio de la vorágine del poder, está frecuentemente el miedo, una especie de pánico escénico, que lleva a caer en la ingravidez, de aquí surgen los grandes retos: ser o no ser. Este dilema, planteado por Shakespeare hace muchos siglos, no fue él quien primero lo sintió, aunque lo inmortalizó en las letras.
Don Carlos Alvarado Quesada, aún joven en muchos sentidos, tiene en sus manos la alternativa de convertirse en el padre del estado costarricense del tercer milenio, pero tendrá que actuar incluso contra muchos de sus adláteres y sabe que despertará su ira. No le quedan más que dos caminos: o se da por vencido y será recordado por la mediocridad, o vence y lo recordarán las generaciones venideras como el “turning point”de la República.
La mayoría de los males que vemos en el país, corresponden verdaderamente a una hipertrofia del estado, causa de déficit fiscal y de descontento nacional.
Los grandes trust transnacionales, las grandes empresas nacionales, los medianos empresarios y los pequeños empresarios, son quienes mantienen el país económicamente a flote, incluso la mal llamada “economía informal”, produce mucho más que la burocracia. No es que se puede eliminar la burocracia de un país, pero hay una necesidad urgente de abonar “la empresa privada”: empresa de emprender, para que no me mal entienda el lector; recordemos la célebre frase de Henry David Thoreau: “EL MEJOR GOBIERNO ES EL QUE GOBIERNA MENOS”: en el sentido de megaestado o hipertrofia burocrática.
La alternativa que se presenta a la mesa, suculenta, es algo que jamás tuvieron los presidentes de Costa Rica antes de ahora, después de la década de los años cuarenta: la reducción del estado costarricense, sin necesidad de echar gente a la calle, una transformación de muchas de las instituciones no es notar trabajadores, no, es transmutarlos de empleado público en empleado privado.
Voy a tratar de ser sucinto: ya no se puede sacar más dinero con cargas impositivas, porque en los últimos seis años (que no son los únicos de un pésimo manejo del Estado) se ha demostrado su inutilidad, el costo por producir en Costa Rica es elevadísimo, pues las cargas sociales son enormes, lo que ya no se refleja en el bienestar de las mayorías, la inmensa cantidad de desempleados y de subempleados deja eso muy claro. Las empresas prefieren emigrar: ya no somos el único país democrático de Mesoamérica y eso lo saben muy bien, nuestro último ósculo es la mano de obra altamente calificada, pero eso no basta, pues bien pueden ese tipo de empresas llevarse a los empleados a otro país.
¿Cuáles empresas deberían venderse o darse en alquiler? Muchas, más de las que se han mencionado, entre ellas el ICE, INS, JPS, CONAVI, EBAIS. Puede además crearse una fundición UCR-UNA, no necesitamos dos universidades públicas, hay demasiadas privadas y creo firmemente que es más barato financiar mediante “préstamos reembolsables” la educación privada de miles de ciudadanos que no pueden pagar, a tener que seguir manteniendo feudos enormemente caros.
Ante la crisis fiscal y la carencia de financiación del sector público vía préstamos o bonos, lo mejor es tomar acciones reales dirigidas a revitalizar el estado como un todo y no como una especie de estado con ciudadanos de primera y de segunda categoría.
Tendrá el Presidente Alvarado que elegir la nota de su desempeño, ante la historia, porque tiene todas las fichas en el tablero.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico

Noticias de Interés

5 COMENTARIOS

  1. Totalmente de acuerdo don Rogelio, el gobernar por popularidad rara vez es la forma correcta. Costa Rica actualmente es como un «chiquillo malcriado», si los padres son alcahuetas y no lo diciplinan, ese niño va a crecer «torcido», en este momento lo que Costa Rica necesita es disciplina, a pocos les gusta que los disciplinen, pero es lo que se necesita para enderezar el futuro del país.

  2. Asi de sencillo, como usted lo expone,asi debería ser !
    Pero que difícil ,ahí esta enquistado el poder político !
    Luego del enorme esfuerzo no solo en dinero, pero en tiempo, preocupaciones, que hemos pasado los costarricenses con todos estos nuevos impuestos y declaraciones, regresamos al punto de partida.No avanzamos.
    Usted que sabe : es cirugía profunda y no hay anestesia !!!

  3. Hay que entrarle fuerte a la consolidación de entidades que hacen lo mismo, las universidades es un buen ejemplo.
    Los ahorros alcanzarían para dar mayor cobertura, esa el la vía correcta reclame quién reclame «derechos adquiridos», la obligación es atender el interés general NO de los feudos.

  4. Pregunta estimado señor.
    Dice usted vender el ICE y porque razón?
    Imagino alguien tan letrado como usted sabe que desde la creación por ley del ICE ya desde el año 1968 el gobierno No le da al ICE un Colón por la autosuficiencia operativa del ICE y que más bien el gobierno ya desde décadas ha tomado al ICE como la maquinita mágica de la cual sacar dinero esto encontra de la misma ley constituyente de dicha institución. Imagino sabe usted de:
    * Las transferencias de miles de millones anuales que los gobiernos le han exigido al ICE de forma variada sea esto en exigirle superávit, exigirle inversión y compra de bonos del Central así como la extensa lista de saldos Millonarios que el mismo gobierno le ha arrastrado al ICE, o qué decir de los impuestos por renta que desde los 90s le exigían los gobiernos al ICE aunque la ley misma no lo avalara Impuesto de Renta sobre sus utilidades. El Aporte del ICE a las finanzas públicas desde sus inicios y hasta la fecha sin contar que el ICE no ha requerido un Colón de ningún gobierno en más de 50 años hacen del ICE un agente que ha aportado, aporta y sigue aportando calidad de vida y desarrollo humano a casi la totalidad del territorio nacional. Deja su comentario un vacío que decepciona por no abordar ni el papel Histórico del ICE En las finanzas públicas y por no profundizar en su razonamiento del porqué? Vender una institución tan importante y trascendental para nuestro querifo país. Con todo respeto y consideración es mi opinión.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias