Moscú, 19 feb (Sputnik).- Rusia seguirá cooperando con Turquía para evitar una mayor escalada de la tensión en Idlib, en Siria, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Planeamos seguir manteniendo contactos de trabajo con los colegas turcos para no permitir una escalada de la situación en Idlib», dijo Peskov a la prensa.
Añadió que Rusia no está satisfecha con el cumplimento de los acuerdos de Sochi con Turquía tras la ofensiva de los grupos armados en Idlib.
«Estuvimos satisfechos con los acuerdos alcanzados hace más de un año en Sochi (…) y dejamos de estar satisfechos después de que los radicales y grupos terroristas comenzaran ofensivas desde el territorio de Idlib dirigidas contra las fuerzas armadas sirias e instalaciones militares rusas», afirmó Peskov.
Peskov advirtió también que el peor escenario sería que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan comenzara una operación en el territorio de Siria contra el Ejército de ese país.
Comentó también que por ahora no se planea una conversación telefónica ente Erdogan y el líder ruso Vladímir Putin.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas.
La tensión en la zona desmilitarizada de Idlib, creada en 2018 por un acuerdo entre los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, aumentó a principios de febrero debido al intercambio de ataques entre los militares turcos y sirios.
Turquía informó de una quincena de militares fallecidos por ataques del Ejército sirio, y estimó en más de un centenar las bajas del otro bando, sin que Damasco haya confirmado hasta ahora la muerte de sus militares.
El líder turco le dio a Damasco un ultimátum para que cese su operación en Idlib y retire sus tropas de los puestos de observación turcos antes de finales de febrero, amenazando con una respuesta militar.
La semana pasada, el presidente turco afirmó que Siria y Rusia están atacando «principalmente a civiles» en Idlib para ocupar esa región y obligar a los residentes a trasladarse a las fronteras turcas, acusación que Moscú refutó al subrayar que las operaciones rusas y sirias van dirigidas únicamente contra los terroristas.
Siria rechaza la presencia turca, que considera una «agresión» contra su soberanía. (Sputnik)