viernes 29, marzo 2024
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“UPAD” y lo que destapó “UPAD”

De cal y de arena

La emisión del decreto ejecutivo que formalizó la existencia de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) –por cierto, de furtiva elaboración y efímera vida- dejó al descubierto al menos tres hechos de gran relevancia y trascendencia. 1) la fragilidad del ordenamiento jurídico. 2) el grado de exposición  del Presidente de la República a la comisión de errores graves por falta de una asesoría técnica o política de calidad. 3) la profundidad de la belicosidad que ahoga las relaciones humanas en nuestra sociedad.

El decreto ejecutivo de marras llevaba la vestimenta de una pertinente y necesaria instrumentación de recursos para proveer al Estado y sus instituciones de la información apropiada para producir acuerdos y políticas de innegable consistencia y lógica. Pero tras sus ropajes superficiales, proveía a la UPAD de facultades irrestrictas para acceder a los centros de acopio de información confidencial en poder de las instituciones públicas, potestad que arremetía contra las barreras levantadas por normas constitucionales y legales para proteger  áreas de rigurosa privacidad de los ciudadanos. Quienes estructuraron así el decreto ejecutivo, sabían lo que estaban haciendo. Demasiado violenta era la arremetida contra las barreras de la confidencialidad, como para creer que no era premeditada.

Pero suficiente, al fin y al cabo, para desnudar cuán frágil es la estructura del orden jurídico como para exponerla a un montaje fraguado por pocas manos para conceder a la UPAD facultades que bien podrían conducir a socavar fatalmente la calidad del régimen democrático.

¿Cómo el Jefe de Estado estampó su firma en los textos que le dieron vida a la UPAD revestida de una potestad que bien podía dejar sin fueros los ámbitos de la confidencialidad que acompañan al ciudadano y que en el régimen jurídico que nos gobierna resultaba claramente lesiva a preceptos de rango constitucional?. ¿No lo vió?.

Una de dos: o el Presidente de la República estaba consciente de los verdaderos alcances de lo que se le puso a firmar, o el Presidente de la República está rodeado de asesores jurídicos y políticos de pobre textura, para no decir que de torcida intencionalidad.

Como descarto lo primero, tengo que acusar a don Carlos Alvarado Quesada de temeridad. Si su círculo de asesores es de mala calidad o de torcida intencionalidad, el Presidente está exponiendo su alto cargo a la toma de decisiones equivocadas y de dañosos efectos, si no a la comisión de graves errores.

La circunstancia  que rodea la discusión  del decreto ejecutivo que formalizaba la existencia de la UPAD ha destapado el grado de belicosidad que sofoca nuestra sociedad. Este es un asunto delicado que debe abordarse ab initio con pinzas, pero se somete a las reglas del pugilato; la pasión –que en numerosos casos lleva la tinta del veneno- hace descalificar arbitrariamente a quien piensa distinto; se apela a la agresividad para aludir a los autores confesos y ocultos del adefesio jurídico;   la hostilidad hasta el irrespeto hacia la persona del Presidente Alvarado. Son tiempos aciagos en que más que más que a la confrontación de ideas se va a la confrontación de personas. Ni se diga de las chabacanerías en las redes sociales.  Es una atmósfera que no contribuye al rescate de la verdad de los hechos.

Es necesario que la Asamblea Legislativa, que ya decidió abrir una investigación sobre todo cuanto rodea el efímero decreto ejecutivo, proceda a la altura de las circunstancias tan delicadas que plantea el decreto y en que, además, está el país.  Así como es preciso, también, que el apersonamiento del Ministerio Público en este  expediente responda a un esfuerzo técnico de refinada calidad.

La coyuntura porque está pasando Costa Rica es bastante complicada. Sin liderazgos políticos de fuste, con una economía que marcha sin bríos, atorada por una medicación de insuficientes efectos y con rasgos más bien propios de precipitar un paso en falso, con unas finanzas públicas que el Ministro de Hacienda ha ubicado próximas al colapso, con preocupantes signos de desempleo, inseguridad ciudadana y desigualdad….. el cuadro demanda de los agentes sociales, todos, serenidad para discutir, capacidad para negociar y desapasionamiento para encontrar los consensos que nos saquen del atascadero.

El Presidente Alvarado, sus colaboradores en el Poder Ejecutivo y en los entes autónomos, deben entender que está en sus hombros  la responsabilidad de restituir el clima de confianza que el malhadado decreto sobre la UPAD terminó de llevar a la pira.

Está en todos los costarricense entender que a puñetazos y patadas no saldremos adelante.

(*) Álvaro Madrigal es Abogado y Periodista

 

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11 COMENTARIOS

  1. Es importante que esta oficina de recopilacion , analisis y cruce de datos, se mantenga y se fortalezca , tanto en la presidencia , asi como en diferentes instituciones. Es esta una gran herramienta para la toma acertada de desiciones. Este acceso y toma de datos, debe regularse y reglamentarse adecuadamente.

  2. No es necesario una gestapo hoy por hoy, nuestra idiosincrasia no lo permite, empieza por datos sencillos y termina chantajeando a cualquier ciudadano. Mi posición es NO-JAMÁS.

  3. No quieren que el estado utilice los datos para crear política pública, pero si le dan a Facebook, Instagram, y demás toda la información que quieran para que ellos la vendan indiscriminadamente.
    Por favor, sean congruentes con lo que dicen y hacen.

  4. Una cosa es dar voluntariamente los datos y otra es que nos los agarren sin saberlo. Por otro lado, una cosa es la prescripción de los hechos y otra el olvido de ellos. Dentro de una nota de La Nación, se nota el interés del Estado por borrar publicaciones que no desean, o sea hacer un currículo nuevo. No, un estado democrático nunca debe incurrir en ese tipo de prácticas, aquí muestra claramente porqué Solís no solo conservó la DIS, sino que colocó al finado Mariano al frente.

  5. ¿Y ahora borrarán de la hemeroteca de la nación la caja fuerte de las FARC en Heredia? No, aquí nadie engaña a nadie. Si el presidente quiere fortalezca el MIDEPLAN, pero apéguese a la ley.

  6. Me gusta la forma fina y clara de exponer el asunto,el presidente se ha rodeado de un grupo de personas muy jóvenes y torpes,que no sobresalen por su inteligencia, un estudiante de derecho como funcionario de esta oficina, es decir no sabe el teje y maneje de los asuntos juridicos una ministra de comunicación inepta y pareciera una corrupta, ignorantes. NO SE ROMPAN MUCHOS LAS VESTIDURAS ESTA ACTIVIDAD LA HACE LA DIS, y que curioso el que pidió la creación según información de otro medio fue Rodolfo Piza ( PUSC) y Carlos R Benavides ( PLN ) impidió un voto de censura, me parece que hay gato encerrado

  7. Nos damos cuenta y frecuenta el pueblo no tuvo visión a la hora de elegir a este burócrata como Presidente. Esa investidura le queda grande. «Pero ya en la mula hay que amansarla». Esto le sirvió de escarmiento para, en estos dos años quede restan a su mediocre gestión, no haga nada porque es mejor así.

  8. Sencillamente el PAC fue creado por la dirigencia del PUSC y del PLN, la idea era evitar que “la verdadera izquierda” costarricense llegase al poder, sin más ambos partidos “pensionaron” de lujo a Alvaro, Vladimir, Humberto, Duran, Obregón y otros comunistas inteligentes, necesitaban hombres de paja: Ottón, LGS y Carlos.

  9. No me explico como pueden ser tan irresponsables y atrevidos estos Chicago Boys del PAC, el estado profundo PLN,PUSC los tiene muy mal aconsejados, porque este gobierno es de la unidad ,no solo PAC.

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