Jerusalén, 2 mar (Sputnik).- Muchos analistas temían que la participación en las elecciones generales que Israel celebra este lunes, las terceras consecutivas en once meses, disminuyera respecto a las del 9 de abril y el 17 de septiembre.
Pero la afluencia a las urnas registrada hasta la tarde de hoy a las 16.00 (las 14.00 GMT) parece desmentirlos.
Cuando faltaban aún seis horas para cerrar los colegios electorales ( a las 22.00, las 20.00 GMT), la participación registrada, según el Comité Electoral Central, era del 47%, la más alta a esta hora desde 1999.
Este porcentaje es 2.7 puntos más alto que el alcanzado a la misma hora el 17 de septiembre, cuyos datos finales de participación llegaron al 70%, mayores que el 9 de abril.
Por lo que respecta a los 5.600 electores obligados a votar en los colegios especiales para aquellos que están bajo cuarentena por el coronavirus, a las 16.30 (hora local) ya habían votado 3.600, según datos oficiales.
Está claro que los ciudadanos de Israel están hartos de pasar por las urnas y rechazan unas cuartas elecciones.
La participación es muy importante en esta ocasión para intentar romper con el empate que vaticinan los sondeos entre las dos principales fuerzas en liza en estos comicios.
Los grandes rivales son el partido líder de la derecha, el Likud, encabezado por el primer ministro israelí en funciones, Benjamín Netanyahu, y la coalición de centro-derecha Azul y Blanco, liderada por Benny Gantz.
Algunas encuestas le otorgaban una ligera ventaja al Likud, que según Netanyahu, está «muy cerca de la victoria», a pesar de que se enfrenta a un juicio que empieza el 17 de marzo por cargos de cohecho, fraude y abuso de poder en tres casos de corrupción. (Sputnik)