Whashigton, 5 mar (Sputnik).- El presidente de EEUU, Donald Trump, dijo este jueves que el Gobierno federal retendrá los fondos destinados a las llamadas «ciudades santuario», que buscan proteger a las personas ilegales de las políticas migratorias de Washington.
«Según el reciente fallo del Tribunal Federal, el Gobierno retendrá fondos de las ciudades santuario. Deberían cambiar su estado a ciudades ‘no santuario’. ¡No protejan a los criminales!», afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
De acuerdo a la organización American Transparency, en 2016 se destinaron casi 27.000 millones de dólares de presupuestos para 106 ‘ciudades santuario’.
En fechas recientes, las autoridades de esas ciudades se han mostrado firmes y han anunciado que no cambiarán su estatus de ‘santuario’ y que harán uso de las herramientas legales para defenderse de las amenazas de Washington para quitarles fondos federales.
El término ‘ciudad santuario’ surgió en la década de 1980, luego de que un año antes la ciudad de Los Ángeles (suroeste) le pidiera a la policía que dejara de interrogar a algunas personas solamente para determinar su estatus migratorio.
Hay cientos de zonas en el país que funcionan de este modo, y algunas de la ciudades declaradas ‘santuario’ son: Miami, Los Ángeles, Seattle, San Diego, Austin, Boston, Houston, Chicago, San Francisco y Denver. (Sputnik)
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Juan Huezo Zúñiga
Si Trump se atreve a extorsionar su patio, con sus 106 ciudades santuario en EEUU, con la excusa de generalizar los emigrantes como criminales, entonces, no tendría límites al posesionar y repetir robar riquezas y usufructuar bienes ajenos de los países con magnos patrimonios e indefensos a su gran poderío. Este modus vivendi también lo han utilizado europeos y otras potencias en el pasado, en todos los continentes, pero con sutil disimulo. Han manipulado los hilos del FMI-BM-UE-OCDE, etc., y hasta organismos internacionales (ONU-OEA) donde, de nuevo la extorsión es el arma de doble filo, cuando recibe el apoyo de esas potencias y sus ricachones para convertir lo ilegal e ilícito en legal. Vaya descarada inmoralidad globalizada. Hay que tener hígado de hierro, para digerir semejantes sinrazones. Al carajo la justicia, rectitud y probidad.