El coronavirus en mi comunidad tiene su historia. Hace apenas un par de semanas ocurría un evento científico en un hotel de Boston: ahí se reunió la gente de Biogen -uno de los gigantes de la industria biotecnológica- y cuya sede central se encuentra en Cambridge. Hubo una infección masiva. 77 de los 95 casos confirmados entonces en Massachussets ocurrieron en dicha ocasión. Me turbé.
Yo vivo apenas a una estación del MIT, área donde también se encuentra la sede de dicha transnacional. El elegante Boston Marriott Long Wharf (también cercano a mi apartamento) que sirvió de anfitrión a los ejecutivos de Biogen, cerró completamente sus operaciones, según lo supe hace dos días a través del Boston Globe. El capital tiembla.
Poco después de estos hechos, Harvard le siguió al MIT, en transitar aceleradamente a clases en línea y con la voluntad de desocupar en lo posible los dormitorios estudiantiles. La presidencia de la Universidad dijo -entre muchas otras cosas- lo siguiente:
“A pesar de nuestros mejores esfuerzos para aportar los recursos de la Universidad para este virus, todavía nos enfrentamos a la incertidumbre – y todo considerable malestar provocado por la incertidumbre. Llevará tiempo a los investigadores, muchos de ellos que son nuestros colegas, poder entender lo suficiente sobre esta enfermedad para montar una defensa confiable contra ella. Ahora más que nunca, debemos hacer todo lo posible para proteger a los más vulnerables, ya sea física o emocionalmente, y para tratarnos unos a otros con generosidad y respeto.”
Cada vez que Trump abre su boca -incluso cuando emitió tardíamente el decreto de emergencia nacional- lejos de calmar a la opinión pública hace lo contrario. La gente intuye -más en Cambridge- que la ciencia tiene la voz cantante y para nada el pensamiento mágico. Es con la ciencia que han de guiar las decisiones políticas capaces de enfrentar la pandemia. Con todo, el decreto de Trump autoriza al gobierno federal a potencialmente transferir unos $40 billones a los estados y gobiernos locales en su lucha contra el virus. Ello es bueno. Lo que hace falta por ver es el plan para ejecutar dicha orden presidencial.
Hoy fui a la tienda y escaseaban muchos artículos esenciales o habían subido abusadamente de precio. No encontré jabón para manos ni papel higiénico. No hay mascarillas. Ni pruebas para detectar el virus. Bernie Sanders tiene razón. Necesitamos un sistema de salud universal para todos capaz de anticiparse a potenciales tragedias. Las compañías aseguradoras solo custodian sus ganancias y no velan necesariamente por el bienestar público. Y pensar que Boston es capital mundial en medicina.
Trump no pierde oportunidad para beneficiar a los banqueros. Se trata de 1 trillón de dólares para sacar a flote a los financistas de Wall Street. Se lee al respecto en el New York Times lo siguiente:
“La pieza central de la propuesta de estímulo del Sr. Trump, que sigue siendo un trabajo en curso, es una reducción temporal de impuestos que por sí sola añadiría casi un trillón de dólares a la deuda nacional: una suspensión de todos los impuestos sobre la nómina de la Seguridad Social hasta el final del año. Algunos economistas han aplaudido la idea como el movimiento correcto en un momento difícil cuando los trabajadores están en cuarentena, las escuelas están cerrando y grandes reuniones están siendo canceladas. Pero otros, incluidos aquellos que han pedido una acción agresiva en el Congreso, dicen que el plan sería una manera ineficiente de avivar la demanda de los consumidores en un momento de escasez de oferta y un número creciente de cuarentenas.”
No jodan con ese trillón podríamos que casi pagar las deudas de los estudiantes universitarios. Léanse las siguientes cifras de Student Loan Hero, una organización que lleva como nadie y al día los números de esta otra pandemia:
“Entre la clase de 2019, el 69% de los estudiantes universitarios consumían préstamos estudiantiles, y se graduaron con una deuda promedio de $29,900, incluyendo deuda privada y federal. Mientras tanto, el 14% de sus padres consumían un promedio de $37,200 en préstamos federales de padres PLUS. Probablemente haya escuchado otra estadística aterradora: los estadounidenses le adeudan más de $1,64 trillón en deuda de préstamos estudiantiles, repartidas entre unos 45 millones de prestatarios. Eso es alrededor de $587 mil millones más que la deuda total de la tarjeta de crédito de Estados Unidos.”
Volviendo al virus. Urge encontrar una vacuna pero dicho esfuerzo se vuelve más lento, gravoso y enmarañado por las profundas tensiones creadas por el neoliberalismo en la sociedad estadounidense: mi hogar. Por ahora cabe exigir el acceso gratuito y universal a la prueba del virus e igual derecho para ser tratado hospitalariamente a causa de la mencionada patología. Es lo mínimo que puede hacerse en el imperio más rico de la historia.
(*) Allen Pérez es Abogado
Mire usted, yo personalmente veo esto de dos maneras:
A- como mente médica enseñada para valorar todo y esgrimir un criterio estrictamente científico, si es que lo hay.
B- como intelectual muy metido en el desarrollo de la humanidad los últimos tres siglos.
Como médico le diré que las directrices básicas de las autoridades de salud Costarricenses, son lo único que tiene validez. Cortar las vías de contagio con concientización de la sociedad. Además que este virus que provoca el Covid19, es uno más y normalmente la gripe estacionaria provoca más muertes en el mundo cada año que lo que estamos viendo, solo que esa noticia ya no vende ni periódicos, ni alcohol, ni mascarillas ni guantes ni empuja a las multitudes a gastar en cosas diferentes. No crea que le resto importancia al Covid, no, pero lo valoro en su debida forma.
B- por vez primera en época de paz (sic) se echan a andar tantos mecanismos económicos multinacionales simultáneamente, que sean capaces de crear un reordenamiento de la economía mundial.
Es decir, esto es algo así: se está en una partida de póker caro (nosotros no estamos desde luego en la mesa), los jugadores que saben que de seguir con los tropiezos de la economía, íbamos para el Barranco, tiran las cartas sobre la mesa, inician una nueva partida con números grandes.
Yo estoy seguro que de esto algunos (muchos quizá) saben muy bien el teje maneje. Usualmente solo una crisis de proporciones bíblicas hace que cambiemos en lo personal y por supuesto en lo universal. Crisis: oportunidad en Chino.
En tiquicia cualquier bombeta se hace llamar intelectual.
Bueno, el Dr. Rogelio Arce, además de ser un respetado médico, también es un apreciado intelectual. No sea envidioso ni costariscible.
El mundo anda loco, muy loco. Y angustiado. Hay que procurar convivir en paz. Lo digo porque habito en un edificio de apartamentos de no pocos pisos, con personas de muchas partes del mundo, donde la gente va y viene. He de afirmar que uno no es el “centro del universo” y ello es liberador, porque nuestra relación con el “otro”, o sea con el prójimo, con la “otredad”, es la referencia ética que abre las puertas de la solidaridad, la empatía y el altruismo. Por ejemplo: que mal es alimentar el prejuicio que China o sus ciudadanos son los responsables de la actual pandemia, o que es una «invasión extranjera», según Trump. El coronavirus no habla en lenguas sino en infecciones. La xenofobia es un mal nacido estorbo. No lo necesitamos. Sí, claro, en todo momento debemos reconocer la concreta inmediatez del individuo y su comunidad, asunto que siempre debería zanjarse con la adhesión a un derecho natural que afirme la integridad física y mental todo ciudadano del aquí y del ahora. Es con la ciencia y no con los prejuicios como mejor saldremos adelante Todos estamos en el mismo bote y en condiciones desiguales. ¡Solidaridad!
El imperio más rico, según un doctor que es funcionario de su mismo Capitolio, podría tener problemas con un rango que va de 70 a 150 millones de norteamericanos infectados. Es lo que se lee aquí y que no se ha difundido mucho en los grandes medios de prensa, pensando posiblemente en el impacto bursatil de semejante noticia.
Articulo: https://www.cnbc.com/2020/03/11/up-to-150-million-americans-are-expected-to-contract-the-coronavirus-congressional-doctor-says.html
Contact does not mean to develop the desease.
Don Allen el término intelectual hace alusión a “comprehension” “interligare” “intelecciones” es decir ideas que se forman por haber leído los tópicos. Todo mundo es intelectual en algún sentido.
No creo que llegué tan lejos este asunto Covid19
Muy de acuerdo con lo que apunta, estimado don Rogelio. No tiene porqué explicarse ante el genuino señor «bombeta» (Juan) si ya sus palabras se defienden solas y nos muestran el intelecto de su emisor(autor). ¡Feliz tarde!
¡Excelente artículo!
…Compartiré enlace en WhatsApp.
Ya parece que las cosas toman su lugar. La privatización de la salud y educación en Estados Unidos nos demuestra que Costa Rica hace su pausado desangre económico, donde los estudiantes y pacientes utilizan y comprometen sus haberes, para enriquecer unos oportunos figurones financieros. Que los estudiantes gringos deban más de un trillón y las mayorías no tengan acceso a salud pública de calidad, concediendo esos negocios a multimillonarios intereses particulares nos refleja el interés mundial de las garroteras de echar abajo nuestro sistema costarricense. Pero la cosa no para ahí, por cuanto los miles de negocios en tiquicia, de capitales (¿lavados?) supuestamente chinos, están «compitiendo» con relación a los alimentos y artículos de primera necesidad. Y abro esa vista en este último sentido, por cuanto la dependencia alimentaria, aunado a quienes manejan esos miles de negocios en nuestro ambiente, es una élite producida donde se supone se originó el coronavirus, que hoy dudamos sea en Wuhan, ante las siniestras y retorcidas mentes inescrupulosas para revertir la verdad. O sea, Trump y sus sólidos inversionistas en salud y educación se han evidenciado ante su contundente y fea realidad, como en Costa Rica hacia lo mismo, al facilitar a los nuestros, especialísimos perdones en cargas sociales y fiscales, muy cuestionables. Y de feria, para condimentar el panorama con esos ingredientes chinos alimentarios y capitales, van poco a poco, sofocando al ciudadano en general. El gobierno de turno, debe preguntarse: ¿Dentro de esos miles de “nuevos” capitalistas chinos en CR., vendrá incluido el coronavirus, como una feria, como se decía tiempos antaños? Ve tú a saber.
Buen texto, nos da cuenta cabal de un horrible panorama, ¿llegará por fin el antivirus, la ansiada vacuna? mientras tanto el temor invade a las gentes.
El origen del «coronavirus» es un asunto bastante ¿incierto?; «porque el virus es creado», pero para el tenga un pensamiento libre y observa todo su entorno se cuestionará, a quién realmente perjudica esta epidemia´y a quiénes realmente beneficia, todo enfocado en términos económicos, porque por ahí es donde se mueve el asunto y es que desgraciadamente un grupo de poderosos, desquiciados y enfermos de avaricia, mueven este mundo.
Del Coronavirus no me atrevo a opinar.Lo que si estoy clara es que van a salir quebradas económicamente muchas personas y empresas, mas que muertos,del impacto de la pandemia.
Estas crisis como dice el Dr Arce son como un saran de la economía, en que los que nos están solidos,
caen y aparecerán nuevos ricos que aprovecharan de la situación.Ley de la Jungla.Los débiles perecen.
Agregar la caída en los precios del petróleo y lo que ellos significa para países que dependen de el.
Puede ser que el menos preparado de todos los dizque paises desarrollados, sean los Estados Unidos. Un sistema de salud pública empobrecido, recortes drásticos en toda la parte que tenía que ver con pevención de epidemias, unas medidas de Trump que ocasionaron un verdadera desastre en las terminales aeroportuarias este domingo 15, una capacidad de propagación del virus mucho mas grande debido a los desplazamientos dentro de EEUU que no se van a poder suspender por razones obvias.