‘Hacemos, por lo tanto, un vehemente llamado a la reflexión consciente y patriótica. De esta situación debemos salir lo mejor librados todos, no solo unos cuantos que, como siempre, pretenden echar el peso de la crisis sobre otros, evadiendo su responsabilidad’, subraya el texto, que expresa su profunda preocupada por la situación que vive el país.
La AUNA-Costa Rica reconoce el esfuerzo que el Gobierno está haciendo para contener la expansión del virus, y hace un llamado a toda la población para que siga las instrucciones que emanan de los órganos competentes.
Asimismo, prosigue, entiende que hay que tomar medidas extraordinarias e inmediatas no solo para salvaguardar la salud de la población sino, también, intentar paliar en lo posible los efectos económicos que ya está acarreando la crisis provocada por la pandemia.
Pero alerta que siguiendo una línea que se inició en mayo del 2018, cuando asumió la presidencia Carlos Alvarado, el grueso de las medidas tomadas ahora apuntan a cargar la mano sobre los sectores medios asalariados.
‘Es nuestra opinión que, si bien este sector debe colaborar solidariamente con el apoyo a los sectores menos favorecidos de la población, el gobierno se ha olvidado que hay otros grupos que tienen la obligación de poner el hombro en las circunstancias actuales’, señala.
Especifica que son aquellos que posiblemente verán menguar un tanto sus ganancias habituales, pero que en un contexto de sacrificio colectivo no deben esquivar sus obligaciones sociales.
Por ello, la AUNA-Costa Rica propone impuesto solidario y temporal para las zonas francas; a los emisores de tarjetas de crédito; a las grandes cooperativas; y sobre rentas, casas de lujo y automotores, graduado según criterios de equidad; así como revisar exoneraciones y exenciones; y gravar ganancias de capital.
También, constituir un fondo aprovechando la baja de los precios del petróleo de forma que esta no se traslade a los precios; así como un recargo temporal del impuesto sobre la renta tanto para personas físicas como jurídicas.