El aumento de las muertes se produce cuando los gobernadores de todo el país buscan ventiladores escasos e imploran a los residentes que se queden en sus casas, señaló el periódico, y agregó que se espera que las tasas de infección continúen aumentando.
La publicación indicó que la situación en Estados Unidos, el país donde ahora se registran más contagiados a nivel mundial, es muy diferente a la existente hace un mes.
A principios de marzo, con pruebas extremadamente limitadas disponibles, solo se habían reportado 70 contagiados, la mayoría de ellos vinculados a viajes al extranjero, pero ahora, con mucha más disponibilidad de pruebas, al menos 21 estados tienen más de mil casos conocidos dentro de sus fronteras.
Nueva York se mantiene como el más golpeado por el coronavirus, causante de la enfermedad Covid-19, pues allí se han identificado más de 67 mil casos y el territorio ya superó los mil 200 decesos, más que cualquier otro territorio de esta nación.
‘Perdemos gente todos los días’, expresó la semana pasada el alcalde de la urbe del mismo nombre, Bill de Blasio, quien añadió que los próximos meses serán dolorosos y estresarán el sistema de salud como nunca antes.
Según el conteo del Times, el vecino estado de Nueva Jersey es el segundo con más cantidad de contagiados (16 mil 636 casos), en tanto registra 199 muertes, seguido por California (siete mil 241 y 146), Michigan (seis mil 508 y 197), Massachusetts (cinco mil 752 y 61) y Florida (cinco mil 694 y 71).
El estado de Washington, por su parte, ha identificado hasta el momento unos cinco mil 180 casos, pero es el territorio con mayor número de fallecimientos después de Nueva York, con 221.
Aunque muchos de los primeros casos de coronavirus en Estados Unidos estuvieron vinculados a viajes al extranjero, los brotes localizados se han vuelto cada vez más comunes.
El Times advirtió que a diario surgen nuevos brotes en hogares de ancianos y otros lugares, incluso en una práctica de coro en el estado de Washington y en una iglesia en Arkansas, y que los funcionarios de salud pública a menudo no pueden identificar cómo las personas se enferman.