Este miércoles se reportó el enfermo número 267, un hombre residente en Hao Loi, una aldea de las afueras de Hanói que se ha convertido en el nuevo punto rojo del síndrome respiratorio agudo severo en la nación indochina.
Pero las autoridades sanitarias vietnamitas tienen la atención centrada en la pequeña localidad -unos 11 mil habitantes- y además de declararla en cuarentena por cuatro semanas), reforzaron al personal médico allí y establecieron puntos de control en sus accesos, con presencia de fuerzas policiales y del ejército.
Gracias a la rapidez con que se mueve en casos como los del hospital Bach Mai y la aldea de Hao Loi, al esfuerzo de miles de médicos y enfermeros, y a la disciplina de la población, Vietnam se mantiene entre los tres únicos países del mundo que, pese a tener más de 200 contagiados, no lamenta pérdidas humanas.
Cada día, por otra parte, aumentan los pacientes restablecidos. A la fecha suman 169, con lo que ahora son menos de 100 los que todavía están activos.
De cualquier modo, el país aún tiene por delante un largo camino antes de declararse victorioso sobre la Covid-19, pues aparte de los confirmados como enfermos, unas 72 mil personas permanecen bajo observación médica por haber tenido contacto con aquellos.
Ayer Hanoi fue centro de dos tele-cumbres especiales centradas en la pandemia, una de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y otra entre ese bloque y China, Japón y Corea del Sur. Líderes de esos países elogiaron los resultados que va alcanzando Vietnam.
Entre los acuerdos comunes de ambas videoconferencias estuvo el de armar una ‘estrategia de salida’ de la enfermedad y un sistema transnacional capaz de superar las actuales y previsibles afectaciones a las economías de los países participantes, que en tiempos normales están muy integradas.
La recuperación del comercio, las inversiones y el sistema financiero regional; el apoyo a las empresas y a los sectores más vulnerables de la sociedad, formarán parte de la estrategia post-pandemia.
A esos y otros efectos relacionados con el enfrentamiento a la Covid-19, los dignatarios también acordaron intercambiar experiencias sobre métodos preventivos, curativos y de control, así como cooperar en el estudio y preparación de vacunas.