Fueron dos meses de espera que trajo consigo la desesperación de quienes no veían las horas de poder, en unos casos, abrir sus negocios y en otros, asistir a ellos.
Sin dudas, la arrancada de esta denominada covidianidad preocupa a muchos debido a que desde el primer día de apertura, algunos ciudadanos no han cumplido con las normas sanitarias establecidas, lo cual hace temer un retroceso en el control de la enfermedad.
No obstante, autoridades dominicanas achacan estas actitudes a los primeros momentos de este proceso que depende de muchos factores incluidos sicológicos, los cuales serán superados.
Es de vital importancia que la población cumpla con las medidas y el distanciamiento social porque como el jefe de Estado dijo, cada paso a dar dependerá del comportamiento anterior.
Asimismo, agregó, entre una fase y la siguiente nunca habrá menos de 14 días, precisamente para tener tiempo suficiente de observar el desarrollo de cada etapa y su impacto en la crisis sanitaria.
Fases de la recuperación
El pasado 20 de mayo comenzó la primera etapa de la desescalada y en ella empezaron a operar parcialmente las empresas de acuerdo a su tamaño y al número de empleados, así como el transporte público estatal, es decir, Metro, Teleférico y los Ómnibus OMSA.
Aunque algunas unidades de transporte privado hicieron caso omiso a la decisión y salieron a las calles, y como si fuera poco, con un incremento en los precios.
Por tanto, ya el país va encaminado a pasar al segundo momento que según Medina, si todo evoluciona favorablemente, será el próximo 3 de junio.
En esa fecha las microempresas trabajarán con el 100 por ciento de su personal, mientras las pequeñas podrán incorporar hasta el 75 por ciento, y las empresas grandes y medianas operarán con la mitad de sus recursos humanos.
Se incorporarán al trabajo los centros comerciales, el transporte colectivo privado de pasajeros y las empresas de juegos de azar, exceptuando los casinos.
La fase tres está prevista para el 17 de junio, en ella las pequeñas y microempresas de hasta 50 empleados podrán trabajar con el 100 por ciento de su plantilla, mientras aquellas con más de 50 trabajadores podrán disponer de hasta el 75.
Por otra parte, la etapa cuatro debe iniciar el 5 de julio -fecha en la cual se llevarán a cabo las elecciones presidenciales y parlamentarias en el país-, y en ese momento todas las empresas reanudarán sus labores con el 100 por ciento de su personal.
Además, será reactivado el turismo, abrirán los hoteles y aeropuertos, así como los gimnasios y los restaurantes.
La Comisión de Alto Nivel para la Prevención y el Control del Coronavirus, una vez dado a conocer el cronograma de reactivación al país, precisó que continuarán restringidas las actividades que impliquen aglomeración de personas, como eventos recreativos, deportivos, culturales o políticos, incluidos mítines, marchas y caravanas.
Los restaurantes continuarán abiertos hasta la fase tres solo para pedidos y entregas a domicilio, y siguen cerradas también las fronteras aéreas, terrestres y marítimas.
Otras decisiones
Todo parece indicar que el nuevo curso escolar dará inicio el 24 de agosto pues así lo decidió el Consejo Nacional de Educación, por supuesto, dependiendo del rumbo de la Covid-19 y su evolución en el país.
El Consejo también pospuso las Pruebas Nacionales, aplicadas para la certificación final de los estudios secundarios y habilitación de ingresar a los superiores en septiembre, y aprobó la promoción condicionada de todos los que cursan el presente año, siempre hayan recibido el 70 por ciento de los contenidos antes de suspender las clases presenciales.
En tanto, el gobierno incorporó en este proceso de reapertura un plan de ayuda para trabajadores independientes, el cual se sumará a los ya existentes Quédate en casa y Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE).
La nueva estrategia, denominada Pa ti, está orientada a trabajadores independientes no incluidos en los planes mencionados, a los cuales se les facilitará una transferencia transitoria mensual de cinco mil pesos (90 dólares) a sus cuentas bancarias.
El ejecutivo también anunció la flexibilización de algunas disposiciones del FASE para apoyar a trabajadores de sectores hasta ahora no incluidos.
Entre ellos destacan medios de comunicación, restaurantes, heladerías, centros de odontología y estética, empresas de seguridad y veterinarias.
De esta forma, Dominicana se encuentra inmersa en el difícil y riesgoso proceso de reapertura económica, el cual es inevitable pues como dicen en las calles muchos de los hombres y mujeres que viven del día a día, ‘si no nos mata el coronavirus nos matará el hambre’.
Es un reto que la nación decidió enfrentar con la participación de toda la sociedad y la mirada puesta en julio, debido a que será el momento en el cual la locomotora de esta economía, el turismo, comience a moverse.