San José, 13 Jun (Elpaís.cr).- La Diócesis de Ciudad Quesada hizo un llamado «a la calma, a la prudencia y a la sensatez, a no generar alerta innecesaria, a no crear pánico ni a propagar mensajes que nos dividan» ante el aumento de casos Covid-19 en la Región Huetar Norte de Costa Rica, fronteriza con Nicaragua.
A través de Radio Santa Clara, de la Iglesia Católica, el sacerdote Albán Arroyo Vega, Vicario General de la Diócesis, también hizo un llamado a la conciencia, a la razón y a la responsabilidad, «porque habitantes de nuestro país se están prestando para hacer ingresar migrantes de forma ilegal, por dinero», expuso
Arroyo Vega mencionó sobre la polémica que ha generado la necesidad de tener un sitio de albergue para enfermos de COVID-19.
En Santa Rosa de Pocosol, San Carlos, los vecinos han protestado para impedir el funcionamiento de un centro de atención a pacientes con Covid-19, mayoritariamente nicaragüenses, quienes trabajaban en fincas fruteras de la zona.
La molestia aumento al darse cuenta que varios de los afectados habían incumplido la orden de aislamiento ordenada por autoridades del Ministerio de Salud para ir a trabajar a una plantación de yuca, propiedad de un empresario de la zona.
El sacerdote, al respaldar la instalación de albergues en todos los distritos, resaltó “hay que tener garantías, cuidados extremos y los requisitos necesarios para que fructifique un proyecto de este tipo, o varios que podrían ser abiertos en diversas zonas del país. Aún no sabemos hasta dónde llegará esta pandemia”, agregó.
Además, abogó porque se respete la dignidad de las personas, sean costarricenses o de otro país.
Comentó que desde que inició la crisis, la Iglesia de Ciudad Quesada ha estado anuente a la colaboración y pidió la solidaridad de todos los habitantes para combatir la Covid-19.
Arroyo manifestó que con este mensaje, la Diócesis hace un llamado a la paz, a la solidaridad y la responsabilidad.
“Todos los sectores debemos unirnos por el bien común del país y, en particular, de nuestra zona en este momento gravemente amenazada”, concluyó.
La Iglesia Católica de la región ha ofrecido diversas instalaciones para atender a las personas enfermas, que serán evaluadas por autoridades de Salud.
Delegación del Gobierno
El Gobierno de Costa Rica anunció que reforzará su estrategia para mitigar el impacto del COVID-19 en la zona norte del país, según comunicó la primera vicepresidenta de la República, Epsy Campbell Barr, durante una reunión sostenida en Casa Presidencial junto a alcaldes, alcaldesas, diputados y jerarcas que están al frente de la atención de la emergencia sanitaria.
Dijo que la primera medida será el desplazamiento de una Comitiva Interinstitucional de Alto Nivel a la región, conformada por autoridades de los ministerios de Seguridad, Salud, Agricultura, Trabajo, Relaciones Exteriores y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
Los funcionarios tendrán una presencia de manera permanente en el lugar, para monitorear el avance de la pandemia y tomar decisiones in situ de manera oportuna, afirmó Campbell.
Además, el Poder Ejecutivo mantendrá un diálogo permanente con empresarios de la zona, para evitar un aumento de contagios entre trabajadores del sector productivo.
Tecnología para vigilar frontera norte
Para atender la preocupación de los vecinos por la llegada de nicaragüenses que se desplazan a Costa Rica en busca de trabajo y asistencia médica a raíz de la emergencia que enfrenta su país, el Gobierno ha reforzado la vigilancia con oficiales de la Fuerza Pública.
Además, instituciones como el Instituto Costarricense de Electricidad, Radiográfica Costarricense y la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca), han ofrecido la instalación de Internet de banda ancha para transmitir datos de vigilanacia.
En diversos puntos fronterizos se colocan cámaras de vigilancia, patrullas de la policía y se usan drones para el control de personas que evaden los puestos fronterizos autorizados para ingresar a nuestro país.
Las autoridades han dicho que la tecnología permitiría un uso más eficiente de los recursos, al poder controlar el movimiento de personas y vehículos en las zonas de difícil acceso desde un centro de monitoreo.