Actualmente, añadió, el 70 por ciento de la tierra del mundo ha sido transformada por la actividad humana. De acuerdo con Guterres, es posible revertir esa tendencia y aportar soluciones a una amplia gama de desafíos, desde la migración forzada y el hambre hasta el cambio climático.
En la región africana del Sahel, mencionó, la Gran Muralla Verde está transformando vidas y medios de subsistencia de Senegal a Djibouti.
Al restaurar 100 millones de hectáreas de tierras degradadas, se mantiene la seguridad alimentaria, los hogares siguen a flote y se crean empleos, detalló.
Tales esfuerzos recuperan la biodiversidad, reducen los efectos del cambio climático y hacen que las comunidades sean más resistentes, destacó el secretario general de la ONU.
En total, subrayó, los beneficios superan los costos 10 veces.
Por eso, en este Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, solicito un nuevo contrato para la naturaleza, apuntó.
‘A través de la acción internacional y la solidaridad, podemos ampliar la restauración de la tierra y las soluciones basadas en la naturaleza para la acción climática y el beneficio de las generaciones futuras’.
Si hacemos esto, consideró Guterres, podemos cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y no dejar a nadie atrás.