Muchos expertos locales coinciden con la orientación de la Organización Mundial de la Salud de que la mejor forma de encontrar a las personas asintomáticas -tienen la enfermedad, la transmiten, pero no tienen síntoma alguno- es con pesquisas masivas.
Aunque tomó muestras en lugares de alto riesgo y algunas zonas del país, lo cierto es que en muy pocas jornadas, los PCR en tiempo real -la más fiable prueba para hallar al SARS-CoV-2- superaron los 500, algo cuestionado a las autoridades sanitarias, las cuales, en su defensa, alegaban que ello era factible en lugares con transmisión comunitaria.
El reconocimiento del contagio comunitario llegó la semana anterior y como algo precautorio al no poder darle seguimiento al alto número de positivos diarios en la Gran Área Metropolitana (GAM), principales centros urbanos de las provincias de San José, Cartago, Heredia y Alajuela, donde reside el 60 por ciento de los poco más de cinco millones de ticos.
Precisamente, esa alta cantidad de positivos diarios motivó el reconocimiento de la existencia de una segunda ola pandémica en Costa Rica, coincidiendo con la reapertura de actividades para la reactivación de la economía nacional.
Si en un principio esa segunda ola pandémica tenía sus principales focos en localidades poco pobladas de la zona norte del país, entre trabajadores agrícolas y sus familiares, rápidamente pasaron a la GAM, donde la Covid-19 aprovechó para propagarse, facilitada por el alto número de personas hacinadas en barrios vulnerables.
El otro factor que señalan las autoridades sanitarias para el incremento de casos, que antes del 24 de mayo era inferior a los 20 diarios como promedio, a los más de 250 diarios de la última semana, y con el récord de 375 de este domingo, las autoridades mencionan el incumplimiento de la población de las medidas y protocolos sanitarios.
Tanto el ministro de Salud, Daniel Salas, como el presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS, encarga de la salud pública aquí), Román Macaya, mencionan en ese sentido las fiestas, reuniones familiares y otras actividades grupales, en contravía de lo orientado para evitar el contagio masivo.
Debido al incremento de los infectados, que ya amenazan la capacidad de la CCSS, Macaya llamó a la población a cuidarse para proteger a las personas de mayor riesgo que pueden desarrollar la forma más severa de la enfermedad y en consecuencia requerir hospitalización.
Tras pedirle a las personas ser disciplinadas y estrictas en aplicar las medidas de prevención, pidió a aquellas personas que presenten síntomas, acudir tempranamente por atención médica por dos razones fundamentales.
Esas son que la enfermedad evoluciona muy rápido y que han detectado que las personas están llegando para el diagnóstico con más días de evolución desde la aparición de los primeros síntomas.
Como CCSS estamos haciendo todo lo posible para que los servicios de salud cuenten con los recursos necesarios para brindar la mejor atención con oportunidad, sostuvo Macaya y pese al complejo panorama ante el crecimiento exponencial de los casos, solicitó a la población el mismo esfuerzo.
‘En estos tiempos tan difíciles es crucial mantener una actitud de esperanza, de acción y solidaridad, para proteger a nuestros adultos mayores, nuestros niños y niñas y a las personas con enfermedades crónicas. Cuidémonos todos’, subrayó.
Al respecto, el titular de Salud presentó las proyecciones de la Covid-19 realizadas por el Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (Cimpa) de la Universidad de Costa Rica, en conjunto con la oficina de la Organización Panamericana de la Salud-Costa Rica, la Caja Costarricense de Seguro Social y el Ministerio de Salud.
El estudio prevé dos escenarios, el primero sin acatamiento de medidas, es decir asumiendo que la población no cambia su comportamiento, y el otro con el cumplimiento de las medidas sanitarias, refirió Salas.
Indicó que en el primer escenario habría un aumento pronunciado y continuo, alcanzando al 30 de septiembre más de 500 positivos diarios y un acumulado cercano a 33 mil 800 casos, mientras las hospitalizaciones podrían alcanzar en la segunda quincena de septiembre más de 330 casos en salón y 180 personas en cuidados intensivos.
Salas detalló que por el contrario, el escenario con una población que sí acata las medidas la cantidad de casos se vuelve más aleatoria, con picos de más de 200 positivos diarios registrados el 7 de julio, 12 de agosto y el 20 de septiembre, alcanzando un acumulado de 16 mil 160 casos.
Y, añadió, las hospitalizaciones no superarían los 126 casos en salón y 88 en cuidados intensivos.
Para impedir el peor escenario Salas destacó que ‘hoy es cuando debemos tomar acciones personales para bajar la curva imperante, para mañana es tarde. Estas proyecciones hacen aún más evidente esa responsabilidad individual, los casos proyectados podrían duplicarse si como población no actuamos responsablemente’.
Para aplanar esa curva, el Gobierno utiliza la estrategia del martillo y el baile, consistente en restringir actividades en localidades y zonas de mayor contagio y mantener la reapertura en aquellas donde existen menos casos o es menor el peligro de transmisión de la pandemia.