Sin embargo, en reiteradas oportunidades demostramos que tenemos un sistema más efectivo para garantizar nuestra propia seguridad con medios tecnológicos y de combate, aclaró el vicetitular de Asuntos Exteriores.
La víspera, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, afirmó que en el marco de las conversaciones con Estados Unidos sobre la estabilidad estratégica también se podían incluir aspectos del control sobre nuevas armamentos.
Pero Washington insiste en introducir en las referidas pláticas a los más novedosos sistemas rusos de armamentos, es decir, en esencia, se trata de tocar a una puerta abierta, comentó.
En anteriores contactos, se les explicó a los norteamericanos que los sistemas coheteriles rusos como el complejo hipersónico Avangard y los nuevos misiles balísticos intercontinentales Sarmat, una vez desplegados, estarían bajo restricciones del Start-3, subrayó Lavrov.
Claro está, recordó, las mencionadas limitaciones continúan vigentes mientras se mantenga en vigor el Start-3, el cual, de no existir ningún acuerdo para extenderlo, expirará en febrero del próximo año.
En cuanto a otros armamentos modernos como el misil hipersónico Kinzhal, de basificación aérea, y el dron submarino Poseidón, entre otros similares, quedan fuera de las restricciones del Start-3, pero estamos dispuestos a iniciar negociaciones al respecto, indicó.
Rusia estaría dispuesta a, pese a tratarse de armamentos fuera de los términos clásicos del Start-3, dejar abierta la posibilidad de que estos puedan ser objeto de discusión, aseguró.
El Start-3, firmado en Praga, en abril de 2010, prevé la reducción a mil 550 ojivas nucleares por cada parte y a 800 portadores no desplegados como rampas de misiles intercontinentales, submarinos o bombarderos, mientras que limita a 700 los portadores activos de esos tres tipos.
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Diego Espinosa G.
A estos les va a pasar como el cuento de los dos venados peleando, que se olvidaron que el Tigre andaba suelto y los atrapó a los dos fácilmente.