Para el embajador de Antigua y Barbuda en Estados Unidos, esas potencias predicaron que el sector privado es la fuerza impulsora del crecimiento económico sostenible y una fuente clave para crear riqueza y empleos, ‘una teoría que colapsó en la pandemia’.
Sostuvo que todos los gobiernos del mundo, incluidos los de la Comunidad del Caribe (Caricom), fueron los principales actores en la crisis sanitaria y económica causada por la Covid-19, mientras que buena parte del sector privado quedó en segundo plano.
Apuntó que en el Caribe las administraciones se convirtieron en líderes en inversiones en servicios de salud, la ampliación de hospitales y otras instalaciones médicas, ‘una tarea que continuará en el futuro’.
Al respecto, subrayó la importancia de la ‘soberanía sanitaria’ para alcanzar la capacidad de hacer frente a las necesidades de salud de los ciudadanos en su propio país y no en el extranjero.
Y precisó: la época de Covid-19, que cerró fronteras y restringió severamente el transporte aéreo, subraya la importancia de la ‘independencia sanitaria’.
En el futuro, los gobiernos tendrán que establecer y mantener instalaciones médicas para afecciones antes tratadas en el exterior, opinó.
Asimismo, advirtió que los efectos de la pandemia revelaron las deficiencias y vulnerabilidades de una dependencia demasiado grande en el sector privado, como motor del crecimiento.
Sanders es también investigador principal en el Instituto de Estudios de la Commonwealth en la Universidad de Londres y en el Massey College en la Universidad de Toronto.