Sin embargo, si se compara los números de ahora con los de junio, el salto es solo de un cinco por ciento y el grupo entre 18 y 24 años continúa sin tomar muy en cuenta que el descuido puede causarles la muerte, como demuestran las cifras oficiales de fallecidos en ese grupo de edad.
Solo un 49 por ciento cree que es alto el riesgo de la Covid-19, a diferencia de los incluidos entre 30-45, donde 91 por ciento considera al coronavirus como una gran amenaza.
Uno de cada dos jóvenes en ese rango se mantiene indiferente, a pesar de ser los que más se exponen y aparecen a diario entre las cifras de muertos que ofrece el Ministerio de Salud.
Por sexo, los hombres están entre quienes más siguen las reglas sanitarias, siete de cada 10 tienen una actitud de temor en relación con seis de cada 10 de la anterior encuesta; no obstante, superan a las mujeres en el total de casos a nivel nacional, hasta ayer 61 por ciento.
Los resultados de ProDatos, una investigación cuantitativa iniciada en abril, evidencian que los más precavidos son los adultos mayores de 45 años y el segmento de 55 en adelante, en concordancia con los mensajes dirigidos en los distintos medios de comunicación.
También, los guatemaltecos del sector popular (según clasificación de ProDatos) indicaron que la Covid-19 no es un juego, una tendencia que se mantiene a lo largo del estudio.
Guatemala reportó la víspera un total de 32 mil 74 contagios y cuatro mil 350 fallecidos, en tanto los recuperados solo suman un poco más de cuatro mil.
El débil sistema hospitalario público urbano ya está prácticamente colapsado, admitieron autoridades de salud que temen una expansión de la epidemia a las zonas rurales, las más vulnerables y excluidas por décadas de servicios primarios.
A pesar de estar en pleno pico de la enfermedad, el Gobierno anunció para el 27 de julio una apertura gradual de servicios, lo cual aumenta el temor a mayores brotes comunitarios y la imposibilidad de hacerle frente a nivel local.