jueves 18, abril 2024
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La pandemia destapó una tétrica situación socioeconómica (III)

La pandemia llegó a Costa Rica y encontró una economía contraída, un 90% del “parque industrial” tenía su actividad productiva deprimida, mientras que los hogares, debido a la reducción de sus ingresos, redujeron su consumo, el cual se estancó debido al desempleo y este estaba en aumento sostenido. Era imposible que los hogares pagaran el alto endeudamiento en que incurrieron con tarjetas de crédito debido a las tasas de interés de usura y a la poca capacidad adquisitiva de los ingresos de los hogares.

A pesar de los nuevos impuestos las expectativas en la economía seguían negativas. El Gobierno tuvo que seguir endeudándose a tasas de interés muy altas. El desempleo alcanzó casi el 12% y sin expectativas de mejora, las condiciones de las economías de las familias se deterioraron.

Se hacen recortes al Presupuesto Nacional que implica reducción de inversión social en educación, en salud, en el Poder Judicial y en el sector cultura. Aproximadamente un millón de personas bajo la línea de pobreza.

El país necesitaba desarrollar estrategias de reactivación económica para que pudiera generar empleos, que aumentara la producción y que implicara más ingresos para las familias, en consecuencia habría una recuperación de la economía. Las deudas adquiridas con tarjetas de crédito, con tasas de interés de usura fueron impagables para los tarjetahabientes.

La COVID-19 comenzó a enfermar a los costarricenses, a pesar de los esfuerzos del sistema de salud costarricense por impedir el contagio (Ministerio de Salud y Caja Costarricense de Seguridad Social). Así, comienza la aplicación de una estrategia de defensa para detener la enfermedad COVID 19, estrategia con características especiales cuyas regulaciones-restricciones crean nuevas normas de comportamiento en la sociedad: quédate en casa, distanciamiento social, protocolos sanitarios, uso de mascarillas y caretas, limitaciones de desplazamientos,confinamiento, cierres de empresas, industrias, comercios y lugares de alta concentración de personas etc.

La aplicación de la estrategia indicada solo sirvió para relantizar la expansión de contagio y de la enfermedad, pero no logró impedir que la economía costarricense, tres meses después de haber comenzado la crisis-pandemia, estuviera paralizada en más del 60%: el desempleo sobrepasó con creces el 20%, el faltante entre ingresos y gastos se acercó al 10%, la deuda pública está pronta a superar el equivalente al 60% del PIB, la actividad económica en franca disminución, la evasión fiscal se mantiene y aumenta, quiebras y cierres de empresas y locales comerciales desocupados, hay una pequeña parte de la población que ha exaltado los ánimos y se han manifestado grados de violencia en muchas partes. “Si se abre la actividad económica el COVID 19 aumenta y si se cierra la pobreza empeora”, entonces algunos genios dicen que tienen que implantar un ¨balance¨ entre colones y seres humanos. Con base en datos, acciones, propuestas y ofrecimientos podemos decir que se palpa una clara tendencia a un mayor deterioro de la población.

Ver: Reestructuración de la economía costarricense en periodo post Covid-19

Ver: Nueva realidad, concepto para: Engañar, tomar ventaja, beneficiarse – aprovecharse

Con la intención y la disposición política que se puede prever no alcanza. Los salarios excesivos, la evasión de impuestos, la evasión del pago de cuotas de ley a instituciones del Estado y otras gollerías, las cuales el Gobierno ni siquiera se ha planteado cobrarlas y recuperar lo robado, a lo mejor por tener enfrente un “sistema de impunidad” muy bien elaborado al cual le sacan provecho.

La explicación de la naturaleza del virus y su dispersión, así como sus consecuencias en los seres humanos, le toca a los profesionales y especialistas en salud pública y virología. Por ello esta nota deja por fuera y no se refiere a la naturaleza médica de la crisis sanitaria actual.

Pero si es nuestro interés hacer algunas referencias al aspecto normativo que provee las garantías y derechos de los trabajadores en su relación con el capital. En esa contradicción capital-trabajo, obviamente, el capital es la fuerza dominante, pero sin embargo en el transcurso del tiempo que han tenido esas relaciones en Costa Rica, los trabajadores avanzaron y han ganado derechos y garantías que  fortalecieron su relación con el capital en la contradicción señalada.

En Costa Rica, por ejemplo, negociaron un Código del Trabajo, el cual garantizó la ejecución de sus directrices en una Ley de la República, con relación directa al Estado Social Democrático de Derecho descrito en la Constitución Política de Costa Rica. En dicho instrumento jurídico se consolidan los mecanismos de resolución de conflictos en el ámbito laboral. Como resultado de la aplicación de esta normativa laboral se obtuvo en la sociedad costarricense una relativa “paz social” ya que tanto los trabajadores como los capitalistas aceptaron las condiciones y los órdenes que allí se establecieron.

Bueno, a partir de la administración que comenzó en el año de 1986 se inició, con todo el esfuerzo político del gobierno, la ejecución de los compromisos internacionales adquiridos por el país para reformar estructuralmente la sociedad (ámbito económico) y el Estado (ámbito político y jurídico), así como los acuerdos surgidos en 1983 entre los dos grandes partidos nacionales. Y con esta base comenzó la sustitución del Estado Social Democrático de Derecho (Estado de bienestar) por un Estado Mínimo Neoliberal (Estado de Derecho) el cual tiene la función única de proteger la propiedad privada, los contratos y el orden policial del mercado.

Una contradicción estable por acuerdo entre sus fuerzas principales trabajadores/empresarios, con el Estado como intermediario garante de ese acuerdo. Comenzó entonces a desestabilizarse con la influencia de las nuevas leyes y una inicial preferencia del Estado a favorecer a los empresarios (el capital) y comenzó entonces a aparecer un nuevo equilibrio, muy sensible (inestable), que se inclinaba en contra de la mano de obra (trabajadores) y a favor del capital (empresarios), proceso resistido con poco éxito por las organizaciones de los trabajadores, pero siempre ensanchándose la brecha entre ambas fuerzas.

Se agudizó, con mayor intensidad como consecuencia de la crisis de las hipotecas (2008), la cual golpeó con fuerza la economía costarricense sin haber podido todavía recuperarse de ese golpe, a pesar de las fuertes sumas de dinero que el gobierno donó como salvamentos a los bancos privados. A pesar de todas las condiciones en contra de la población trabajadora, sus organizaciones resistían esos embates.

Bueno, los Estados y las organizaciones de empresarios y círculos financieros han visto que la Pandemia les presenta la oportunidad de derribar la resistencia de las organizaciones de trabajadores y sin pensarlo dos veces ni evaluar las consecuencias han tomado la crisis como el vehículo acelerador de los procesos señalados, pero ahora sin resistencia de los trabajadores.

Lograr cambios importantes en los contratos de trabajo y sus componentes, e instaurar lo que han llamado “nueva normalidad empresarial”, es para el capital una tarea inmediata, y las empresas que logren aprovechar esas oportunidades serán las que logren beneficios de las condiciones que ha impuesto la crisis.

Pedro Moneo, el CEO de la consultora global de innovación Opinno Europa, afirmó que «Las grandes crisis son los mejores momentos de la historia para la innovación y para el cambio», y aquí se trata de descabezar la organización laboral de los trabajadores, arrebatarles sus derechos y garantías y, de esta manera, dejarlos indefensos ante el capital.

Hay en el mundo de la economía una gran fiesta neoliberal, la fiesta de celebración de la victoria del capital sobre el trabajo en el ámbito laboral, triunfo que significa la modificación del contrato de trabajo, flexibilizar los derechos de la duración de la jornada, rebaja de salarios, flexibilización de las vacaciones y otros derechos como aguinaldo, salario escolar, composición del salario, horas extras, y otros tantos. Todo resultará en un ámbito laboral más rudo, más desigual y más pobre.

El Dean de la escuela de negocios IPADE, España, habló de que el mundo empresarial está ante una nueva oportunidad. «La pandemia nos ha permitido romper algunos paradigmas, algunas inercias, a atrevernos a hacer cosas que pensábamos que eran inimaginables», como las señaladas en el párrafo anterior.

En este escenario, recalca que “hay una oportunidad enorme de tener un mundo donde lo tecnológico y lo económico tengan una convergencia para instaurar una nueva mentalidad, “mentalidad de rebaño”, y lograr al fin la transformación empresarial tan esperada para el propietario del capital”.  «la mayor oportunidad es que vamos a romper con las resistencias al cambio en las empresas».

En Europa hoy día se apoya que la pandemia y la crisis que está generando, desde el punto de vista de organización ha hecho «saltar por los aires los paradigmas, las organizaciones están ávidas de cambio y todas esas resistencias han desaparecido». La intención de aprovechar la crisis por los neoliberales queda clara. Se rascan la panza de la felicidad.

Los poderosos grupos económicos, financieros, banqueros, mineros, etc, en el mundo, se han puesto con furia detrás de la presa: La normativa Laboral; en Costa Rica los banqueros y la UCCAEP han salido presurosos para tratar de influir con la mayor intensidad “en una nueva normalidad que rompa con las resistencia al cambio en las empresas” sobre todo en cuanto a las relaciones en la contradicción capital/trabajo, aumentando en ella el peso del capital y disminuyendo el peso del trabajo. “Las empresas están ávidas de cambio”, todas las resistencias están desapareciendo. El Paraíso patronal.

La Asamblea Legislativa hace lo suyo, lidereada por diputados fascistas y religiosos, aprueba una ley que elimina a los trabajadores los derechos a manifestaciones y huelgas, otra que flexibiliza los contratos y las jornadas de trabajo y los salarios, así las cosas han “usado la crisis generada por la pandemia para acelerar los ataques a los trabajadores”, e imponer las condiciones y circunstancias que harán que las posibles modificaciones en la normalidad serán para mal de la sociedad y la población.

(*) Eduardo Delgado Soto es Licenciado en Ciencias Políticas

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2 COMENTARIOS

  1. Don José, estoy presto a agradecerle la llamada de atención sobre este escrito, de inmediato una usted me indique las fuentes donde está escritos los artículos que usted leyó y que le dan base para cuestionar su existencia: Esto “ya lo sabemos …de que sirve escribirlo una y otra vez? Según yo, y creo que usted también, considero que los hechos deben quedar escritos como parte de la memoria colectiva y los ciudadanos saber cuantos de sus males y sus miserias se deben a políticos quienes hoy recién bañados y con camisas blancas se sientan en cómodas butacas a ver la presentación escénica de sus actos, sin reconocerlos como propios y, por el contrario, haciendo alarde de de su inocencia y recomendaciones para corregirlos. Hay o no hay que dejar constancia escrita de ello. Usted podrá leer los nombres de esos espectadores «neutros» como los firmantes de las cartas a los poderes del Estado para «reactivar la economía». Como usted debe ser un hombre bien informado. Espero también que usted haya leído esas misivas, porque si eso es válido el Presidente de la República no tendría responsabilidades sobre lo que está sucediendo en esta inmensa crisis. No busco culpables, pero los culpables en estos casos lo son por definición. De nuevo agradezco su atención y cortesía. Quedo en espera de sus noticias y de las citas de los documentos solicitados.
    Que pase usted muy bien.

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