Incluso esas cifras son casi con certeza ‘una subestimación enorme’, declaró a la agencia de noticias ProPublica Kent Sepkowitz, un especialista en enfermedades infecciosas del Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering, en la ciudad de Nueva York.
Sepkowitz, quien ha estudiado las muertes de trabajadores médicos por VIH, tuberculosis, hepatitis y gripe, consideró que los profesionales de la salud podrían representar entre un cinco y un 15 por ciento de todas las infecciones por coronavirus en el país.
Tal cálculo elevaría a más de 200 mil la cantidad de miembros del personal sanitario que resultaron infectados por la pandemia.
Al mismo tiempo, datos de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid señalan que se registraron al menos 767 decesos entre el personal de los asilos de ancianos, lo que llevó a que el diario The Washington Post describiera esa labor como ‘el trabajo más peligroso de Estados Unidos’.
Por su parte, el sindicato National Nurses United, integrado por más de 150 mil miembros en todo el país, calculó al menos mil 289 muertes entre todas las categorías de profesionales de la salud, incluidas 169 enfermeras, citó ProPublica.
‘Cada trabajador que hemos perdido este año es una persona menos que tenemos para cuidar de nuestros seres queridos’, manifestó al medio Christopher Friese, profesor de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Michigan.
Además de la trágica pérdida de ese individuo, agregó, hemos agotado nuestra fuerza laboral innecesariamente cuando teníamos herramientas a nuestra disposición para prevenir enfermedades y muertes a gran escala.
Friese, cuyas áreas de estudio incluyen lesiones y padecimientos de los trabajadores de la salud, señaló que en el enfrentamiento a la Covid-19, la enfermedad provocada por el coronavirus, han faltado datos confiables sobre infecciones y decesos entre el personal del sector.