5 COMENTARIOS

  1. De base no está mal, debemos apostar, como siempre se ha intentado, pero debemos volver a intentar reeducar a todos, especialmente a los ñinos y niñas que aún pueden estructurar una nueva convivencia, masculinidad y femeneidad positivas todas. Pero al corto plazo no queda más que las leyes respondan. No solo teniendo leyes más fuertes, sino que las actuales se apliquen sin dilación y que se cumplan las penas. Este tipo de barbaries deben ser enfrentadas con fuerza por nuestra sociedad y el aparato judicial, quienes deben considerarlo justamente: que se cumpla la pena íntegramente sin condicionales al menos por 2 terceras partes de la condena y que se realice un archivo de seguimiento de los delincuentes sexuales.

  2. Como siempre el señor Mirom poniendo el dedo en la llaga. No solo las leyes no resuelven absolutamente nada, sino que esta ideología de género se va al otro extremo y nos somete a los hombres a procedimientos inquisitoriales. El punto es ese, con el cuento de la equidad, a los hombres nos están sometiendo a situaciones que no tienen nada que ver con la dichosa igualdad que promueven. Una buena cantidad de mujeres educan a sus hijos en el esquema machista, al punto que si no se comporta como «un hombre» lo cuestionan y hasta lo tratan de homosexual. Hay mujeres que son más machistas que los propios hombres y es allí donde está el punto de quiebre en que se debería trabajar.

  3. Gracias por su análisis en el que estoy totalmente de acuerdo. Agrego por mi parte la peligrosa directriz de que en un ente dado POR OBLIGACION debe haber una igual cantidad de hombres que de mujeres. Si bien es cierto que al no existir esa directriz PODRIA dar un resultado injusto en la conformación de un determinado grupo (diputados, por ejemplo) también es cierto que la imposición a la fuerza de esta igualdad podría traer resultados también injustos y tal vez hasta funestos. Tiene razón don Andy en que todo el mundo «se raja las vestiduras» para no ser tildado de machistas por una feroz mayoría.

  4. No deben pagar justos por pecadores, la maldad puede estar tanto en el hombre y la mujer, pero no de debe generalizar, hay muy buenos hombres que no son capaces de hacer daño a una mujer, al contrario nos cuidan, de ejemplo está mi esposo y mis bellos hijos varones , por ellos, soy una mujer feliz.

  5. Es curioso que esta columna en que el señor Mirom dice, de manera respetuosa y acertada, lo que muchos pensamos, hombres y mujeres, no haya tenido muchas reacciones. Debe ser que no solo por la forma sino por el fondo, las feministas radicales saben que, efectivamente, se ha incurrido en excesos que muchas dicen: es el costo que tienen que pagar los hombres por todos los años en que hemos estado sometidas a ellos. Ojalá hubiese otros columnistas como el señor Mirom que se atreven a decir las cosas y por dicha lo hace en este medio porque en los del gran capital, jamás de los jamases, le publicarían ni una línea.

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