Las estadísticas reflejan otros 27 fallecidos, con lo cual la cifra se eleva a tres mil 36, entre las más altas de Centroamérica.
Actualmente suman siete mil 368 los contagios activos y 73 mil 260 personas lograron recuperarse, números estimados por el Mspas.
De acuerdo con el doctor Edwin Asturias, al frente de la Comisión Presidencial para la Atención de la Emergencia (Coprecovid), la curva epidémica en el departamento de Guatemala -el más golpeado por la pandemia-, se encuentra en una meseta, pero no baja.
Por eso hizo un llamado a la cautela y a mantener todas las precauciones por parte de la población, que ante cierto descenso en el número de casos (alrededor de 250 diarios) tiende a bajar su percepción de riesgo, alertó.
La preocupación de la Coprecovid se basa en pronósticos de un rebrote para octubre venidero como consecuencia de la reactivación paulatina de las actividades económicas desde finales de julio y de las fronteras marítimas, terrestres y aéreas a partir de mañana con la entrada en funcionamiento de la terminal internacional La Aurora, en esta capital.
Y si bien el área metropolitana experimenta cierta estabilidad en las últimas tres semanas, departamentos como Sololá, Totonicapán, Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz e Izabal y otras partes del nororiente del país todavía continúan en el pico de su primera ola, detalló Asturias.
Ante cuestionamientos sobre el bajo número de pruebas para identificar la enfermedad en esos territorios, el director de la Coprecovid se refirió a una estrategia de ‘rastreo y encajonamiento de la epidemia’, que el Ministerio no acaba de poner en práctica en la dimensión que se necesita por falta de recursos humanos.
El jefe de la Comisión Presidencial también adelantó que trabajan junto al Ministerio de Educación en la elaboración de los protocolos sanitarios para un regreso seguro a clases en 2021 tanto en los sectores público como privado, y que serán las universidades y centros de capacitación técnica los primeros en reabrir sus centros.
‘Sabemos que solo lo podemos hacer si tenemos un control adecuado de la epidemia. Los niños y los jóvenes tienen que educarse’, dijo, y señaló entre las buenas prácticas el uso obligatorio de mascarillas para evitar rebrotes como los que se observan en otras naciones que ya dieron ese paso.