En el juicio del STJD, la atleta fue condenada por tres votos contra dos, en base al artículo 191 del Código Brasileño de Justicia Deportiva, por incumplimiento de las normas, con una multa convertida en reprimenda.
Tras la audiencia, el presidente de la comisión, Otacílio Araújo, comentó que resultó más bien ‘un tirón de orejas, una advertencia. Si ella lo repite, podría ser castigada de una manera peor’, precisó.
Insistió en que la deportista no está en una cancha ‘para manifestarte política o religiosamente’ y en su opinión ‘lo que dijo en ese momento es un error’.
Durante el juicio, Solberg manifestó que no quería ofender a la Confederación Brasileña de Voleibol, ‘de ninguna manera’ y ‘estaba muy, muy feliz de haber ganado el bronce’.
Explicó que en el momento de su entrevista pensó en todo lo que pasa en Brasil y ‘vino un grito totalmente espontáneo de tristeza e insatisfacción’.
Recientemente, la voleibolista denunció que Bolsonaro fomenta el discurso del odio. ‘Pero para mí, lo peor de este gobierno es su desprecio por el medio ambiente, la cultura y la forma en que estamos lidiando con la pandemia del coronavirus. Sin mencionar la corrupción’, remarcó.
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Nemo
Si hubiera pasado acá algo así saldrían las miriadasde genios a comentar algo con «Cuba» «Venezuela» y la vieja confiable «chavismo»