Es desgastante escuchar a unos y otros dentro de la sociedad costarricense discutir sobre lo que es autonomía universitaria; confundiéndola muchas veces con entidades autónomas.
Lo cierto es que el artículo 84 de nuestra constitución política de 1949 versa:
“La Universidad de Costa Rica es una institución de cultura superior que goza de independencia para el desempeño de sus funciones y de plena capacidad jurídica para adquirir derechos y contraer obligaciones, así como para darse su organización y gobierno propios. Las demás instituciones de educación superior universitaria del Estado tendrán la misma independencia funcional e igual capacidad jurídica que la Universidad de Costa Rica. El Estado las dotará de patrimonio propio y colaborará en su financiación”.
Al final del párrafo desgraciadamente se habla de dinero; sin tomar en consideración que lo que realmente se intenta es darle un lugar privilegiado al diálogo, al intercambio de ideas y al respeto (aunque algunos grupos crean lo contrario).
Si nos damos la oportunidad de analizar la verdadera intención del artículo 84, con ceso y poco hígado encontraremos, todo menos violencia (al mejor estilo de Rodrigo Facio). Por lo que me permito desgranar e interpretar los ¿Por qué? de esta aseveración.
- “La Universidad de Costa Rica es una institución de cultura superior que goza de independencia para el desempeño de sus funciones y de plena capacidad jurídica para adquirir derechos y contraer obligaciones, así como para darse su organización y gobierno propios…”
Al leer sin comprender este abstracto, parece que las Universidades Públicas son un fin en si mismos; algunos más atrevidos dicen que son un país dentro de otro, y están desde luego, los que opinan que las Universidades a lo interno son un lugar sin ley ni derecho donde sus miembros son intocables.
La realidad no es otra que se le otorga a nuestra institución en los años cincuenta su capacidad de autogobernarse, de poder diferir con las clases políticas, -que sabemos son oportunistas- y de poder reflexionar sobre temas medulares de la sociedad post guerra de Costa Rica; es decir las Universidades Públicas son o más bien deben ser AJENAS a INTERESES POLÍTICOS.
- “…Las demás instituciones de educación superior universitaria del Estado tendrán la misma independencia funcional e igual capacidad jurídica que la Universidad de Costa Rica. El Estado las dotará de patrimonio propio y colaborará en su financiación.”
Es claro del segundo abstracto del artículo 84 que para poder cumplir sus objetivos, las Universidades necesitan apoyo del Estado, en patrimonio -edificaciones, terrenos, etc.- y en lo económico, para que sean abiertas a toda la sociedad costarricense.
Con esto en mente analicemos el primer artículo del estatuto orgánico de mi Universidad, digo mía por que soy de ella, me crie en su vientre, y hoy por hoy, aprendí de ella a analizar y respetar algunos pensamientos, que considero no adecuados en su ejercer, pero ideológicamente respetables.
El artículo en cuestión versa lo siguiente:
“La Universidad de Costa Rica es una institución de educación superior y cultura, autónoma constitucionalmente y democrática, constituida por una comunidad de profesores y profesoras, estudiantes, funcionarias y funcionarios administrativos, dedicada a la enseñanza, la investigación, la acción social, el estudio, la meditación, la creación artística y la difusión del conocimiento”.
Disculpando el mal uso del castellano, es claro que nos debemos al diálogo y claramente acorde con la Constitución Política de Costa Rica. Sin embargo, nuestra razón de ser queda clarísima en el artículo 3:
“La Universidad de Costa Rica debe contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común, mediante una política dirigida a la consecución de una justicia social, de equidad, del desarrollo integral, de la libertad plena y de la total independencia de nuestro pueblo.”
Es por esto, por el desconocimiento de propios y extraños que no comprenden para que es la “U”; algunos la ven como una marca deportiva, otros la utilizan para alcanzar una cumbre y alzar la bandera de su partido político, otros (los más) para decir “mi partido nace de las entrañas de la UCR”.
Hoy les digo que la “U” no come cuento, la Universidad de Costa Rica, debe por su misión, abstenerse de politiquería barata pues, está llamada a ser el dedo en la llaga de los partidos que dicen representarnos. Nuestra forma de pensar es respetuosa, llamamos al diálogo y a la concordancia de ideas; si algo está mal debemos evidenciarlo, y si algo está muy bien debemos de igual forma evidenciarlo ante la sociedad.
Me repugna ver gentes y candidatos a la rectoría de la Universidad, que atentos a los “nublados del día” del acontecer nacional esperan salir victoriosos en las elecciones a rector, sin tomar en consideración que comprometen a nuestra universidad con el día a día político, en lugar de posicionarnos como un ente sobrio, ecuánime y alejado de contubernios con partidos políticos, que permita la crítica constructiva dentro de una sociedad altamente convulsa.
(*) Prof. Michel Angulo Sosa, Escuela de Administración de Empresas, Universidad de Costa Rica
La universidad esta desde hace tiempo ya en manos de los poderes de turno, hubo un tiempo en que en U habia gente que tomaba una posicion a favor de los mas necesitados. Hubo un tiempo en que de la U salian estadistas que eran el motor de revolucion intelectual del pais. Hoy ese aspecto de la U no existe. Veo en la u a un monton de academicos oportunistas viendo a ver que ventajas sacan, les importa un bledo la situacion actual del pais y por eso mantienen un silencio sepulcral.
Esta desidia y egoismo va a ser el fin de la ucr; la ucr fue una de las maravillas de la segunda republica, y si la U no cumple con su deber, las corrientes de la historia van a registrar el ocaso de la epoca dorada de esta institucion, junto con el resto de las instituciones que fueron creadas pensando en la gente. Sigan los empleados de la U haciendo las de el avestruz…su desidia y debilidad de caracter va a ser su caida…
Cito al articulista: “La Universidad de Costa Rica debe contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común, mediante una política dirigida a la consecución de una justicia social, de equidad, del desarrollo integral, de la libertad plena y de la total independencia de nuestro pueblo.”