De acuerdo con el gobernante, además de ayudar al pueblo de Corea a resistir la agresión estadounidense, el ejército chino ‘obtuvo una gran victoria’ y frustró los planes de agresión contra la joven República Popular China.
Xi Jinping aseguró que la participación de los soldados del gigante asiático en ese conflicto demostró la férrea voluntad del pueblo chino de oponerse a la hegemonía y a la expansión del imperialismo, unas declaraciones que llegan en un momento de máxima tensión entre China y Estados Unidos, por conflictos en varios frentes, incluido el militar.
La victoria de la Guerra de Corea será recordada en la historia como la lucha de la humanidad por la paz, el desarrollo y el progreso, dijo Xi.
Durante el homenaje, el presidente chino ratificó que la búsqueda del desarrollo pacífico y la cooperación de beneficio mutuo seguirán siendo los caminos a seguir su país, pero dijo que China no comprometerá nunca su soberanía y trabajará por lograr sus objetivos de convertirse en una potencia modernizada con un ejército de clase mundial.
En la guerra de Corea, los soldados chinos pelearon al lado de la RPDC, mientras Estados Unidos apoyó a las tropas del Sur.
Esa contienda es recordada como una de las más sangrientas de la zona, pues dejó como saldo al menos tres millones de civiles muertos, entre ellos casi el 15 por ciento de la población de la RPDC.