Especialmente en la periferia, la población se queja de pérdidas financieras como equipos electrónicos quemados e incluso casas incendiadas.
Según Rozineide Cardoso, habitante de la comunidad de la décima Avenida do Congós, situada en las afueras de Macapá, capital del estado, el racionamiento propuesto por la CEA no cumple el calendario estipulado.
‘La energía permanece durante tres horas, luego se va y tarda en volver, especialmente por la noche’, denunció.
En las últimas dos semanas, los residentes realizaron varias protestas en la ciudad, dos de ellas frente al Palacio Norte, sede del gobierno estadual.
Daniel Lima, uno de los organizadores del Movimiento SOS Amapá, señaló que la población está exhausta y preocupada por los muchos daños que sufren a causa del apagón.
Casi el 90 por ciento de la población de Amapá, el equivalente a 765 mil personas, se quedó sin electricidad el 3 de noviembre.
Por esa falta aparecieron problemas en el suministro de agua potable y telecomunicaciones, así como colas en las gasolineras y pérdidas en el comercio.