Bekele comentó acerca del embalse durante una disertación en el University College de Londres, también conocido como UCL, donde expertos debatieron sobre la necesidad de incrementar el desarrollo de fuentes renovables para promover el acceso universal a la energía.
Con la presa, afirmó, el gobierno no solo tiene la intención de satisfacer la demanda interna, también quiere trabajar con los países vecinos para abarcar toda África Oriental y beneficiar a millones de personas.
Etiopía inició la construcción de la GERD en 2011, lo cual generó preocupación en Egipto y Sudán, principalmente. En 2014 los tres estados emprendieron negociaciones para determinar cómo llenarla y explotarla, pero siguen sin rubricar un acuerdo.
En julio último, el gobierno etíope anunció la conclusión del primer llenado del proyecto hidroeléctrico, una noticia que causó gran optimismo entre la población, pero provocó agudas críticas de El Cairo y produjo preocupación en Jartum.
La gran presa, según especialistas, beneficiará a alrededor de 60 millones de etíopes sin acceso a la electricidad y el agua, con los provechos económicos y sociales que ello ocasiona, además de promover la integración regional incluso fuera del denominado Cuerno de África.