viernes 29, marzo 2024
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El narcisismo de auto promoción nos estanca como sociedad

Columna Poliédrica

Hay gente demasiado “carga” en las redes sociales. Eso me decía un amigo que se le viene a la mente, cuando observa como conocidos, amigos y hasta familiares, se auto promocionan en las redes sociales. Según él, esto se ha convertido en una práctica muy común, incluso, entre personas que se desenvuelven en otras actividades diferentes a los de la farándula o los medios de comunicación.

Algunos dicen que es la moda y que no encuentran nada de malo en esa conducta. Incluso en las plataformas digitales se paga dinero a las personas que reciben muchas visitas en su cuenta de YouTube o en sus perfiles de redes sociales, por mencionar solo dos medios en que la economía digital recompensa a las personas más activas con este tipo de puestas en escena. Esto último es un caso más avanzado de auto promoción que  la publicación  en un perfil de una red social; pero en ambos casos, es una conducta con la cual no estoy muy de acuerdo.

Siempre he considerado que las virtudes propias, si es que uno las tiene, deben ser exaltadas por el prójimo. Es aquello de que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, es decir, antes no era bien visto eso del auto bombo porque se consideraba una falta de humildad y una pedantería por parte de quienes practican este tipo de conducta; sin embargo, al parecer, lo que antes era objeto de censura ahora es ponderado de forma positiva, es decir, la valoración de este tipo de conductas se ha modificado con el tiempo.

Evidentemente en este tipo de conductas hay un narcisismo bastante exacerbado. Estas personas están habidas de reconocimiento y cuando no lo obtienen, ellos mismos lo promueven por medio de los medios que tienen a su alcance; el internet y las redes sociales se han convertido en las herramientas para canalizar el narcisismo que las diferentes personas tenemos, lógicamente, unos individuos son más intensos que otros y en ese aspecto está la diferencia entre los diferentes seres humanos.

Lo curioso es que esta conducta se ha vuelto frecuente en el mundo académico. Hay personas en este contexto que requieren publicitar cualquier cosa que suponga un reconocimiento de sus logros personales; en otras palabras, el posteo personal se volvió una especie de vicio que alimenta, como si fuese una droga, una reputación totalmente impostada y carente de fundamento.

En este tema estoy de acuerdo con la conducta contraria. Son las otras personas las que deben emitir un juicio favorable o de crítica en relación con el trabajo que uno realiza. Evidentemente el problema para el narcisista no son los halagos sino la crítica que cuestiona su conducta, los primeros alimentan al narciso y los segundos lo pueden llevar a su destrucción. Un narcisismo mal tratado puede llevar a la persona incluso al suicidio en que, normalmente, puede ser considerado como un acto de liberación y no como se interpreta usualmente, a saber: como un acto que debe ser censurado con base en criterios religiosos o éticos.

La superficialidad en la que vivimos es producto de este tipo de conductas. Ya no hay crítica, lo que hay es auto complacencia y eso lo único que hace es generar un estado de estancamiento o lo que, a veces, he denominado el estado de un hámster colectivo.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

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4 COMENTARIOS

  1. Esto no es algo nuevo, lo que pasa es que ahora es muy fácil exponer el ego al mundo para ver quién de anima a inflarlo más, y el narcisismo siempre a estado a la cabeza en la academia, se le contara los «personajes» que me ha tocado conocer…

  2. Don Andi, para mi esto no es nada nuevo, lo nuevo es el alcance que tiene ahora cualquier patas vueltas (incluyéndome), que hasta «cantantes» se vuelven algunos con tal de que los vean. A mi siempre me ha parecido que a mucha gente le gusta el narcisismo, lo practican y lo celebran, de ahí parte del éxito de los políticos y «lideres» religiosos. Es una rueda de hamster definitivamente la vida de un pobre, pero esto tampoco es nuevo, otra vez lo nuevo es la tecnología, yo desde que tengo memoria percibo que la gran mayoría de personas (las «normales») viven en una rueda de hámster, pasan de un trabajo que no los motiva ni los satisface, a un hogar atomizado por las tendencias del mercado y la política, y para soportarlo unas dosis de soma. Creo que es el objetivo de la humanidad lo que nos divide, si todos tuviésemos conciencia de que somos animales (no las mascotas de ningún dios), entendiésemos las ventajas y desventajas de nuestra naturaleza humana y del medio ambiente, si supiésemos que no hay ningún cielo ni infierno sólo un planeta frágil al igual que nuestra existencia en el universo, el enfoque de la especie sería más provechoso. Hoy en día perseguimos la ilusión del crecimiento económico infinito y de una vida después de la muerte, obnubilando así no sólo los peligros geológicos y cósmicos, sino también nuestras verdaderas posibilidades como especie.

  3. Para cultivar el ego de la forma mas soez no hay lugar como la academia: vean por ejemplo al expresidente luis guillermo solis y el culto de su imagen: un profesor de la ucr. Si hicieran un desfile de egos inflados la ucr y sus simplones academicos serian los protagonistas. Conozco tipos de esos y de verdad es penoso como creen en la trascendencia de su trabajo, no se dan cuenta que en 100 años seran solo un nombre en algunos papers superviejos que nadie leera. Parecen de verdad, se toman tan en serio a asi mismos.

  4. En la silla presidencial tenemos el ejemplo más vulgar del narcisismo, además de soberbio, prepotente y arrogante, pobre ser humano algo le debe faltar en su vida, tal vez el alma.

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