El hecho ocupó las primeras planas de la prensa e incluso el presidente del país, Xi Jinping, felicitó al equipo científico que lo condujo.
Wu Yanhua, vicepresidente de la Administración Nacional del Espacio, aseguró que China compartirá con otros países y organizaciones mundiales una porción de los extractos, pues así la comunidad internacional podría estudiar y comprender mejor cómo se formó la Luna.
Otra parte de los materiales se dividirá para exhibir al público y realizar las investigaciones domésticas.
Además, el Gobierno guardará una porción en Hunan, la provincia natal del fundador de la República Popular, Mao Zedong.
Wu destacó el trabajo conjunto con naciones de Europa, Namibia, Argentina y Pakistán en la misión, tras abogar por ampliar más la cooperación en ese terreno.
El aparato salió al espacio el pasado 24 de noviembre y dio continuidad a la Chang’e-4, la primera sonda que recorre el lado oscuro de la Luna.
Según lo previsto, le seguirá otra misión al polo Norte del astro a fin de determinar la edad del suelo, la composición del viento solar, los isótopos de hidrógeno, carbono, helio y oxígeno.
Mientras, la Chang’e-7 buscará descubrir si existe hielo en la parte desconocida y la octava se enfocará en experimentos científicos y pondrá a prueba tecnologías para construir una base de ciencia e investigación que involucren a humanos y robots en la década de 2030.