jueves 25, abril 2024
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Lo mejor de lo mejor para el año 2021

Columna Poliédrica

Esta es la última columna del año. No vale la pena referirse a la pandemia, se han vertido ríos de tinta en relación con ese tema. La mayoría de las personas están obstinadas de este asunto y eso se refleja en la actitud que se ha tenido en las últimas semanas, no obstante, que la pandemia está lejos de terminar.

Tampoco vamos a escribir sobre la economía. Está claro que estamos en una crisis y que vienen meses muy complicados en que los diferentes grupos de interés van a luchar por no ser el sector que pagará sus costos; en palabras sencillas, vienen meses de definición en relación con qué sector o sectores les tocará pagar la crisis económica en la que estamos sumidos.

Mucho menos vamos a analizar la situación política del país. La falta de señorío existente en la mayoría o en todos los estamentos del gobierno es evidente y eso, sin duda, genera un mar de dudas y de desconfianza en los que están en los diferentes puestos de decisión; creo que el único que se salva de semejante consideración es el ingeniero Rodolfo Méndez Mata, al cual le dedicamos una columna y hacemos votos para que continúe hasta al final como ha venido trabajando.

Estoy convencido que estamos en una de esas épocas marcadas por la decadencia. El período histórico en que esto se dio y que es lo más cercano a nuestra realidad, me parece, es los años veinte y treinta del siglo XX. Cuando vemos el autoritarismo que se ha instalado en países en que esto era impensable en otras épocas, cuando observamos el resurgimiento de ideas conservadoras que se creían superadas, cuando advertimos un hedonismo exagerado y los excesos repugnantes de alguna gente que le ha ido bien con el modelo existente, realmente nos invade la desesperanza y la tristeza.

Cuando vivimos una etapa de decadencia se impone la irracionalidad y, lamentablemente, ese es un signo de nuestro tiempo. Las decisiones, en lugar de procurar el bienestar del mayor número, se realizan en función de los intereses de grupos específicos, casi siempre de los que más poder tienen en la sociedad. Se trata de un momento en que nada importa, a la gente le da lo mismo una cosa u otra, se pierde la perspectiva humana y muchos abogan por la deshumanización más acusada de las personas.

Ahora bien, la historia de la humanidad nos ha enseñado que después de una etapa de decadencia viene otra de auge de la civilización humana. Después de la Segunda Guerra Mundial apareció el Estado del Bienestar que generó una de las épocas de mayor prosperidad del mundo occidental; la pobreza se logró reducir a porcentajes nunca antes visto, la salud y la educación se extendió a la mayoría de la población y ello implicó, entre otras cosas, que la esperanza de vida subiera a edades nunca antes alcanzadas.

Este final del año 2020 deseo que sirva para una reflexión profunda de nuestras posibilidades como seres humanos. En lugar de lamentarnos y pensar en utilizar este año como una excusa para realizar reformas regresivas para el bienestar humano, es necesario hacer todo lo contrario; en otras palabras, debemos procurar que el mayor número de personas puedan vivir dignamente, satisfagan sus necesidades básicas y que accedan a los servicios más elementales para que las personas nos podamos desarrollar integralmente.

En esta última columna del año 2020, lo que quisiera es desearle a todos quienes tienen la paciencia de leerla, lo mejor de lo mejor para el año 2021. Este deseo es para aquellos que han estado de acuerdo y también para los críticos de nuestros planteamientos, ya que son ellos los que nos impulsan a seguir publicando la Columna Poliédrica todas las semanas desde hace más de seis años.

¡ Mis mejores deseos, a todos,  para el año nuevo !

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

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5 COMENTARIOS

  1. De igual manera profesor Mirom.Tenga usted y los suyos,incluyendo a Carolina, un año 2021 lleno de salud, al igual que todos los costarricenses y el mundo en general.
    Que las lecciones del 2020,que en muchos casos,nos ha despertado a confrontar la relidad,sirva para que como seres humanos reflexionemos y mejoremos en nuestro diario quehacer.Dejemos lo superfluo y enfoquemonos en lo esencial.

    • Es tan evidente que la persona que se hace llamar Flora Otoya es todo lo contrario de lo que proyecta, que resulta simpático siquiera contestar sus disvarios. He llegado a creer que está mal de la cabeza esta persona, pero bueno hay que vivir con eso y con este tipo de personas.

      • Por primera vez leo un comentario mesurado, racional y hasta con un poco de simpatia hacia sus semejantes de doña Flora Otoya, ojala siga manteniendo esa cordura en el 2021.

  2. Mis mejores parabienes al señor Mirom para el año 2021. Ojalá siga escribiendo y deleitando a los lectores con su columna de los lunes. Se puede estar de acuerdo o no con sus posiciones, pero sus artículos no dejan indiferentes a quienes los leen. Feliz año nuevo a todos.

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