Muy por el contrario de quienes afirman que el 2020 fue un año para olvidar, creemos que debemos recordarlo con mucho detalle para analizarlo rigurosa y metódicamente a fin de extraer de esos doce meses, el mayor conocimiento posible del que se desprendan los errores y aciertos que como Pueblo cometimos, para evitar los primeros y potenciar y desarrollar los segundos. Esta tarea nos queda para todas y todos. Como un modesto aporte deseamos ofrecer, sin la menor intención de dictar leyes mosaicas pues, por dicha no tenemos ningún contacto con los celestiales dioses, sino que por el contrario, estamos profundamente arraigados a nuestra terrenal realidad y, con mucho respeto y afecto, esta propuesta que titulamos «Decálogo 2021»:
1- Despertar: simple de decir pero difícil de alcanzar pues requiere liberarnos del adormecimiento y la manipulación ideológica, a los que el Sistema Capitalista vigente nos ha sometido prácticamente desde nuestra concepción misma. Despabilarse y quitar de nuestras mentes tantas mentiras y prejuicios, a fin de convertirnos en auténticos libre pensadores en busca de las verdades de cada tiempo..
2.- Informarnos, actividad que al hacerse cada vez más metódica y rigurosa, se convierte en estudiar la realidad para comprenderla y transformarla.
3.- Unirnos, los seres humanos solos no somos, el individuo es una entelequia es decir, algo perfecto e ideal que solo existe en la imaginación, únicamente recuperamos realidad concreta y sentido, ser pleno, en colectivo, unides.
4.- Organizarnos, esto es darle sentido y motivación a nuestra simple unión, definiéndole racionalmente sus objetivos y las actividades a realizar colectivamente para alcanzarlos. Darle timón y potencia a la unión en aras de la conquista del bienestar integral de la Humanidad en dialéctica, inteligente y, respetuosa relación con la Madre Naturaleza.
5.- Empoderarnos; como apuntamos, la unión hace la fuerza y si esta fuerza está organizada nos da el poder que, dada la cantidad y las cualidades infinitas del Pueblo, lo hace todopoderoso para construir SU mundo pues, hasta ahora, mediante todo tipo de engaños y represiones, lo han obligado a construir el mundo que los plutócratas, en cada época histórica -Antigua, Media, Moderna y Contemporánea- han querido.
6.- Movilizarnos, abandonado de esta manera decididamente y para siempre, esa pasividad tan parecida a la estupidez en que nos han sumido y, transformarnos en esa colectiva energía omnipotente que nos permite:
7.- Convertirnos en Poder Popular, esa fuerza incontenible que, gobernando al fin como nos corresponde, creará la auténtica DEMOCRACIA como poder y autoridad del Pueblo, «gobierno del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo» (A. Linconl). Así investidos:
8.- Borremos para siempre de nuestro país y el mundo este Sistema Capitalista Neoliberal, Homicida, Ecocida, Plutocrático, Cleptocrático y Patriarcal. Entonces:
9.- Construyamos una nación y un mudo Humanitaristas, Ecologistas, Demócrata Participativos y, ahora sí, por fin:
10.- Convivamos en plena JUSTICIA económica, política, social, cultural y ecológica en fraternal, respetuosa e inteligente comunión entre nosotres y con la Madre Naturaleza. En síntesis, cambiemos la Globalización Capitalista Neolberal Homicida, Ecocida y Patriarcal, que solo ansía convertir al Planeta en su feudo y a la Humanidad en sus ciervos, por la Globalización Humanitarista, Ecologista, Demócrata Participativa, que convertirá al Planeta en en una gran y auténtica cooperativa en la que los países serán sus asociados, iguales en deberes y derechos que, en una totalmente democratizada Asamblea General de la Cooperativa Planetaria, antes ONU, tendrán un voto por país para tomar por mayoría absoluta o calificada, las grandes decisiones siempre a favor de la Humanidad y la Naturaleza que, en esencia, son lo mismo. Sustituyamos el verbo «confinar» por el «construir» que, las utopías se alcanzan mañana y los imposibles pasado mañana.
(*) Luis Ángel Salazar Oses, Profesor UCR jubilado panga07@gmail.com
