Se estima que deban sacar 70 toneladas de tierra, cables, acero y otros materiales antes de alcanzar a los mineros.
Desde principios de esta semana los socorristas lograron contactar a 12 de los 22 trabajadores y enviarles a diario alimentos, medicinas y otros suministros.
Sin embargo, al menos uno de ellos murió y todavía no hay señal de vida de otros 10.
Psicólogos y médicos mantienen la comunicación con los sobrevivientes para conocer sobre sus condiciones de salud física y mental, evitar que entren en pánico y orientarlos de cómo proceder ante los fallecimientos.
La tragedia ocurrió en la tarde del 10 de enero dentro de una mina de oro en construcción y perteneciente a la empresa Shandong Wucailong Investment Co. Ltd.
Luego del accidente la compañía demoró 30 horas en avisar a las autoridades locales y por su cuenta organizó el rescate pero no logró llegar a los trabajadores.
El Gobierno investiga el caso y además ordenó supervisar los sistemas de seguridad en todas las minas del país para comprobar si cumplen con las medidas de protección a sus empleados y la prevención de explosiones, derrumbes y otros sucesos letales.
La campaña pondrá bajo escrutinio a las 32 mil canteras no-carboneras de China, que en su mayoría son pequeñas, tienen obreros mal preparados y un inadecuado mecanismo de seguridad.