Según ellos, eso ayudará a los menores a construir relaciones sociales ‘renovadas’ con su entorno y a superar el ‘estigma’ del secuestro.
Los relatores de Naciones Unidas también llamaron a las autoridades nigerianas a fortalecer la protección de aquellos menores de edad en riesgo de ser raptados, y criticaron la falta de una investigación efectiva sobre el secuestro de 344 escolares de un centro docente en Kankara, en el estado de Katsina, en diciembre del pasado año.
‘Debido a estos incidentes, muchos niños no han vuelto a clase y algunos colegios han cerrado por el miedo a que vuelva a ocurrir’, acota el documento de ONU al presagiar que esos hechos pueden significar el ‘final’ de la educación para pequeños.
El más reciente evento delictivo de ese tipo ocurrió el viernes pasado, cuando hombres armados raptaron casi 300 estudiantes en una escuela de la localidad de Jagebe, aunque el martes las autoridades del estado nigeriano de Zamfara informaron que les liberaron.