jueves 28, marzo 2024
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Réquiem por la Costa Rica democrática, culta y solidaria

El espectáculo legislativo de este infausto mes de abril de 2021 tiene que continuar cueste lo que cueste, no importa si sus protagonistas estén destrozando, o desmontando paso a paso, mecanismo a mecanismo, pieza a pieza, los componentes esenciales de la institucionalidad del país y los fundamentos jurídicos e incluso filosóficos que le dieron fundamento a lo largo de las siete décadas transcurridas desde el fin de la la guerra civil de 1948 y la aprobación de la Constitución Política de 1949. Para eso es que el diario La Nación y sus propietarios necesitan tener a los diputados encerrados en el horroroso búnker de Cuesta de Moras, además de que cuentan con el beneficio adicional de la gran cantidad de tontos que piensan que la Asamblea Legislativa es una fábrica de leyes, sin darse cuenta de que afilan el cuchillo que pondrán en sus pescuezos.

La constitución de aquel año, que ahora nos parece tan lejano, y su espíritu han muerto después de agonizar durante al menos las dos primeras décadas del nuevo siglo, aunque todavía nosotros todavía no terminamos de tomar nota de las consecuencias de tan infausto suceso: la separación de los poderes del estado, la autonomía universitaria y la municipal han quedado reducidas a cenizas, pero también las instancias administrativas y judiciales en materia de gobierno y empleo público, las que pasarán a estar controladas por un cada vez más poderoso y jacobino gobierno central.

El estado social de derecho que se empeñaron en plasmar en los artículos 50 y 74 del nuevo texto los constituyentes reformistas del Partido Social Demócrata, tales como Rodrigo Facio y Luis Alberto Monge, entre otros y los del Partido Constitucional Demócrata como Celso Gamboa y un numeroso grupo de ilustres constitucionalistas de entonces, que contaron con el decisivo apoyo de la mayoría más bien “conservadora” de los diputados ulatistas de entonces, es algo que ha terminado por desvanecerse en medio de la oleada cortesana, mediocre y neoliberal-neoconservadora-neopentecostal que domina a la mal llamada clase política costarricense, la que ha venido a dar al traste con la brillante defensa de la autonomía universitaria, dotándola de recursos financieros que la garanticen, plasmada plenamente en aquella constitución por Rodrigo Facio, Fernando Baudrit y otros destacados constitucionalistas de grata memoria, durante largos debates que merecen recordados, sobre todo por su perenne vigencia(Ver Óscar Castro Vega RODRIGO FACIO en la constituyente de 1949 EUNED San José CR 2003). Han quedado en olvido y reducidos casi a nada los aportes de Luis Alberto Monge, como diputado constituyente encargado por su pequeña fracción socialdemócrata, de redactar y defender el capítulo de las garantías sociales, como un capítulo de la constitución que estaban por aprobar. La obra demoledora de las yorlenis león y otros personajes de poca monta terminó por ser más corrosiva y persistente, tanto como para dar al traste con los valiosos aportes de aquellas generaciones.

Estamos en manos de las gentes de una clase política, donde predominan la ignorancia y la mediocridad, dentro de la que se mezclan las expresiones integristas de una vieja religión revelada (como en el caso neopentecostalismo con su elaborada teología conservadora del éxito y la “salvación personal”, unidos al oportunismo e ignorancia supina de sus voceros políticos) con aquellas otras, de orden secular, propias de la religión del mercado, convertido en el gran desiderátum en todos los órdenes de la vida económica, política y social al que obedecen el PLN PAC PUSC RN NR y otras franquicias electorales, también listas para cazar incautos en la próxima “campaña electoral”, hoy convertidas en el “partido único neoliberal” que desgobierna a Costa Rica.

El delirante odio populista de cierta derecha hacia los intelectuales y el pensamiento libre ha marcado el tono de la ofensiva totalitaria contra la universidad pública costarricense, a la que ven como subversiva por ser un espacio libre para una profesión de fe democrática de amplio espectro y otorgadora de “privilegios” hacia sus académicos, investigadores y funcionarios a los que desearían ver reducidos a la condición de precariedad salarial y laboral de sus pares de las universidades privadas.

Son el pensamiento auténtico y el trabajo académico libre de las manipulaciones de los poderes fácticos, como  también la investigación científica seria, con sus innumerables aportes de gran calidad en beneficio del conjunto de los costarricenses, junto con una sostenida acción social dirigida hacia muchas comunidades de todo el país los componentes de lo que en su conjunto irritan a los dueños de este país: a lo sumo, para estas gentes de corta mirada y gruesos bolsillos, las universidades deben ser fábricas de graduados, donde como en el caso de la gran mayoría de las privadas (en todo hay excepciones) brillan por su ausencia las bibliotecas, los laboratorios y los institutos de investigación. Por desgracia los poderosos dueños de los grandes medios de (in)comunicación social han tenido éxito en convencer a muchas gentes incautas ocultando, detrás de supuestas preocupaciones de orden fiscal, mientras se dedican a saquear de verdad los recursos públicos, sus verdaderas intenciones totalitarias y su insaciable rapiña, como en el caso de las trochas, la ruta 27 y otros inconfesables negociados, además de la colosal evasión tributaria.

Es por eso que no nos queda, por ahora, sino exteriorizar este réquiem por la la ruina de la institucionalidad democrática de un país como este en el que hemos nacido, al que consideramos digno de mejor suerte. Las nuevas generaciones tendrán que emprender de nuevo, casi de cero, una lucha que los reformadores sociales de los años cuarenta supieron materializar en hechos y resultados positivos,  al construir de esa manera un país más solidario, culto y justo que los del resto de la región, ¿vamos entonces hacia una “centroamericanización” de Costa Rica, entendida en el peor sentido del término?

(*) Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.

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10 COMENTARIOS

  1. Profesor,segun leo en diario La Nacion incluyeron a las municipalidades y a las universidades en la reforma al empleo publico por voto de diputados 39 votos a favor y 10 en contra.El PAC en el gobierno con Victor Mora llevaron la batuta. Entonces quien esta en contra ? No es acaso este un proyecto del Ejecutivo,de su plan de gobierno, que debe cumplir para poder recibir la plata del FMI y pagarle a los profesores.
    Esta usted como Paola Vega en contra del prestamo ?

  2. A la nación le espera el destierro, su propio exilio en un paisaje familiar, hoy pintado de absurdo y náusea. Hace rato que no es dueña de su terruño. A la nación le espera el sufrimiento, la colectiva impotencia de agachar la cabeza ante los poderosos, y la decrepitud por haberse embriagado con las malignas pócimas de la política electoral. ¿Para qué sirve la democracia? ¿Sirve para esto? ¿Acaso no parecen los partidos políticos antros de alcantarilla? Las elecciones del 2022 serán una farsa -una mentira cabrona- el escenario perfecto para los sinvergüenzas, para que los gamonales de siempre, del color que sean, con Biblia o sin Biblia, nos entretengan y engañen con entrada gratuita a la plaza de toros de Zapote. ¡Viva el circo! El pueblo los conoce: están en los titulares de la prensa. Tres veces ya no me agarran de idiota. Pero el destino colectivo parece sellado: nos aguardan 40 años en el desierto. Abstenerse por pereza o por desidia no cuenta, es vergonzoso; pero abstenerse para denunciar y promover la resistencia activa contra la corruptela autoritaria que nos consume, es un deber. Si bien es cierto, todo esto no es obra exclusiva de este gobierno, la verdad es que también terminó en la misma olla por cobardía. No se vale heredar la mala política para entonces, después, multiplicarla. Los poderosos le han dicho al pueblo común y silvestre “desnúdese, muérase, por nosotros”, aunque todavía la mayoría no lo registre tan gráficamente. Porque los plutócratas no piden, exigen, que las multitudes se inmolen y que las ánimas paguen impuestos hasta por sus cenizas. ¿Qué queda? Rescatar el orgullo propio, resistir y denunciar. Y sea la palabra el primer estandarte. Las veredas del tiempo dirán lo demás.

    <>, eso paren decir dulces y dilectos amigos, idólatras de la artificiosa pompa democrática. <>, para escarnio y burla de los dueños del circo. ¿Acaso no es esta mala hora una afrenta personal?, ¿Acaso no es suficiente tanta corrupción y fechoría cometida a plena luz del día? ¿Tanta cotidiana injusticia? ¿Elecciones, jugar de casita? Los que estamos hartos de tanto pillaje de los de aquí y de los de allá, ánimo y derecho tenemos para elevar con la abstención razonada la urgente protesta. ¡Que nos llamen cualquier cosa menos idiota, menos útiles tontos! No se trata lo que digo de desdecir los beneficios de la democracia, pero se vea desde donde se vea no existen horizontes decentes y mal hace el que se inmola por escoger al <>. Que se oiga desde lo íntimo nuestro (que es lo único cierto que nos cambia) que tranzar no se puede por un precio indigno y barato. No es empeño de esta solitaria alma convencer o no convencer, porque igual no trataré menos al que a la urna concurra pues no nací para juez de corazones ajenos. Los amigos seguirán siendo amigos. Mi enojo no es con los afectos, es por la patria. ¡Allá cada cual que a su modo camina! La democracia no comienza ni termina en las urnas porque la democracia es -ante todo y sobre todo- cultura democrática, una manera colectiva de ser y entender la delicadeza de la <>. El momento histórico por el que atraviesa la Costa Rica ahora, lo pinta una corrupción sin paralelo, un descreimiento generalizado en la honradez, un egoísmo sin paralelo y una guerra de exterminio contra las garantías sociales. Las democracias nacen y hasta mueren, se enferman, decaen hasta no reconocerse a sí mismas y es cuando aparece el espejo con el reflejo de un espantajo. Protesto no para <> sino para decir lo que siento -indignación y pena- ante tanta afrenta, sentimiento que no es solo mío, pero también del de muchos, y esto escribo para decir que no estamos locos porque hay realidades suficientes para ser completamente escépticos a la hora de este lúgubre presente. La democracia la han asesinado los que ahora piden sus votos. ¿Les ayudamos con los clavos del ataúd? No, y hay derecho a tener nuestra propia voz, el espacio para ser disidente y tiempo dignificar el pluralismo con argumentos. Ciertamente, Costa Rica necesita de una completa radiografía que no se ha cumplido. Vendrán tiempos mejores, sin duda, pero para labrar dichos horizontes la patria exige decir las cosas como son.

  3. Don Rogelio, la autonomía universitaria no está en juego, eso es una mentira, por favor no engañe a la población para seguir protegiendo privilegios abusivos.

  4. Sergio Pérez: se engaña a usted mismo, por favor infórmese y conozca los planteamientos de Rodrigo Facio y Fernando Baudrit durante los debates de la Asamblea Constituyente de 1949 (léase a Óscar Castro Vega en el texto de la obra qque cité supra), ahí podrá ver con claridad y entender a que me estoy refiriendo en el caso de la autonomía universitaria. No es sólo la autonomía universitaria sino toda la institucionalidad democrática del país lo que está en juego, la división de poderes y los poderes locales o regionales desaprecen de hecho, el poderoso MIDEPLAN será la institución centralizadora y todopoderosa, un botín de los politiquillos mediocres y voraces de esta generación. Cualquier parecido con la Unión Soviética en tiempos de Stalin y la Alemania Nazi no sera solo mera coincidencia, no intente dorar la perdiz y hacernos pasar por tontos…lo que ustedes los neoliberales fanáticos pretenden es aplicar el modelo de la universidad privada en la pública, ahí nadie tiene derechos políticos ni sociales.

    • Me parece que lo que Sergio le trata de decir es que el asunto no es tan grave ni tan serio como usted lo expone.Nada tienen que ver Stalin y los Nazis.Lo que va a cambiar es la cuantia de los salarios que se recetan los propios «educadores»que se reparten el botin del 8% entre ellos. Eso es lo que tiene mal a la poblacion costarricense, que se encuentra ahogada, endeudada,pagando prestamos e intereses para mantener esa nomenklatura.La asamblea legislativa por mayoria absoluta,como en las democracias mas excelsas,a votado como representantes del pueblo, por ponerle coto a ese despojo y desproposito.
      La autonomia seguira su curso,simplemente la fiesta se acabo.

      • Digame una cosa don Claudio, porque razòn ustedes cuando hablan del tema fiscal, se olvidan de mencionar que el gran empresariado le escamotea al fisco la mòdica suma del 8% del PIB? no seamos ingenuos, este proyecto no solucionarà el problema fiscal, sicofantas como usted tienen la peregrina idea que todos nos andamos chupando el dedo, la real verdad es que nuestras ‘elites con el dinero que no
        pagan de impuestos, compran bonos de la deuda con muy altos intereses, negocio redondo, en otras palabras con el dinero que se roban, nos hacen pagar el principal y los intereses, a nosotros el pueblo por su puesto, asì que amiguito vaya con sus insulsos y estultos comentarios para otro lado.

  5. Con tan malos lectores como son ustedes resulta muy difícil que se den cuenta de que el tema va mucho más allá de las remuneraciones de los trabajadores universitarios, un tema que los tiene muy desvelados al parecer, tal vez porque su mirada es tan corta y su capacidad de razonamiento y abstracción es casi nula: Es por eso que no pueden ver el profundo cambio en la naturaleza del régimen política que se está operando en nuestro país, sus cerebritos son del tamaño de los diputados marionetas de la oligarquía (esos bufones del partido único neoliberal, pero con varias siglas), estamos ante el fin de la democracia costarricense y no lo ven, tampoco lo dirán, aunque la fiesta haya sido y siga siendo la de los evasores de impuestos, los estafadores que impunemente hacen negocios con los fondos públicos, siempre cubiertos por la impunidad (la trocha y otros?), ademas de los abusos del capital financiero. La ley de empleo público pone las competencias en materia de empleo público, formas de contratación,remuneraciones e instancias de decisión y apelación de todo el sector público en una instancia centralizada que será el MIDEPLAN, es decir a semejanza de lo que ocurre en los regímenes autoritarios «jacobinos» y en las sociedades totalitarias, de ayer y del presente, las que prefieren no mencionar o sólo lo hacen para decir que estoy exagerando. Lo que tiene endeudado al país son altos los intereses de los títulos de la deuda interna que devengan un pequeño grupo de usureros, la gigantesca evasión tributaria que lleva muchos años y nos obliga a la emisión de esos bonos tan codiciados. el derroche y el saqueo descarado en las compras del estado y la llamada concesión de obra pública. No conformes con todo esto los avivatos de siempre dueños de La Nación, Canal 7 e innumerables televisoras y estaciones de radio ahora quieren amordazar a las universidades públicas, a los gobiernos locales y a las instancias judiciales. Don Claudio Alvarado tus obsesiones monotemáticas no te dejan entender de qué tamaño es el pastel que está en juego, mi réquiem también es de tristeza por la sinrazón de gentes como usted que ni siquieran logran disimular su mala fe, en especial cuando hablan de temas que no alcanzan a entender, este es el caso.

  6. Y estos sicofantas que menciona don Rafael Calvo, son seducidos cada cuatro años, en su bípeda estulticia ancestral cuando piafan de entusiasmo al oír el clarín electorero y conformándose con las sobras del plato de lentejas, se convierten en ocasiones en los testaferros de esa perversa, inhumana y mercantilista clase política que ha destruido a Costa Rica, élite a la que estos lamedores y masticadores idolatran.

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