Aplaudo el hecho central o relevante: hizo muy bien Biden al fijar la salida de las tropas de Afganistán. El regreso a casa deberá completarse antes del 11 de setiembre. 20 años de intervención ha costado $2 trillones a quienes pagamos impuestos, y la muerte de 2.400 soldados a la cuenta de innumerables familias. Me alegro por los míos, sobrinos y primos; por los amigos y los jóvenes que a diario van y vienen por la avenida Massachusetts, a la vuelta de mi apartamento.
Los halcones de fuste le reprochan al Presidente el que no “haya declarado victoria” pues el objetivo -según ellos- sigue incompleto. ¿Cuál victoria?, ¿Cuál objetivo?, cuando en lo militar y político todo huele a larga agonía. Biden es otro halcón un poco más comedido, analítico, más pragmático, que sabe bien que conviene evitar otro Vietnam. La ocupación de esta nación asiática es la más larga en la historia del imperio. Dijo Biden: <<Ahora soy el cuarto presidente estadounidense que preside la presencia de tropas estadounidenses en Afganistán. Dos republicanos. Dos demócratas. No pasaré esta responsabilidad a un quinto >>.
Muy bien, este paso es excelente. Empero, ¿cesará Biden la astronómica carrera militarista? Veamos: el Presidente le pidió al Congreso aprobar su presupuesto federal (2022) de $1.52 trillones. El 50.5 % correspondería a gastos no militares ($769 billones); y el 49.5 % ($753 billones) corresponde a expensas militares.
En esta materia Biden ha seguido el camino de su predecesor. Esto representa, por ejemplo, más del doble del gasto anual propuesto bajo el plan de empleo e infraestructura. La clase política estadounidense no entiende, en su mayoría, que los grandes desafíos de nuestro pueblo no pasan por soluciones militares. Incluso recortes modestos a las arcas del Pentágono servirían para universalizar la salud pública y el derecho a la educación superior; para hacer frente a la pobreza, al cambio climático y al racismo sistémico. ¿Acaso es inconsecuente con la paz y la justicia solucionar el calvario de los sin techo, o, acabar con las doctrinas de matonismo en los departamentos de policía?
Estados Unidos es una democracia imperial que entre sus múltiples paradojas permite la investigación y la crítica a su gobierno. Este derecho debe conservarse y refinarse. Avergüenza también saber que el presupuesto militar estadounidense es casi $100 billones más que la erogación combinada de los 9 países que le siguen en dicho gasto. Estos son: China, Arabia Saudita, India, Reino Unido, Alemania, Japón, Rusia, Corea del Sur y Francia.
La promesa de la democracia ejemplar será cuando Estados Unidos deje de ser el policía del mundo.
Referencias:
(1) https://www.whitehouse.gov/…/fy-2022-discretionary…/
(2) https://www.nationalpriorities.org/…/ten-better-uses…/
(3) https://www.pgpf.org/newsletters/subscribe/thank-you…
(4) https://www.pgpf.org/chart-archive/0053_defense-comparison
(5) https://www.iiss.org/…/global-defence-spending-increases
(6) http://peacewomen.org/…/sipri-opportunity-cost-world…
(7) https://www.americanprogress.org/…/basic-facts…/
(8) https://www.povertyusa.org/facts
(*) Allen Pérez es Abogado
Los EEUU con más de treinta años de agresiones infinitas a los pueblos islámicos, al igual que Inglaterra y Francia cuya violencia sistemática contra esos pueblos es mucho más antigua que la de ellos, la que se remonta un siglo hacia atrás con el fin de la primera guerra mundial, cuando se repartieron el área de influencia que debaja el Imperio Otamano en su estrépitosa caída, casi al concluir esa guerra, forman un grupo de potencias que no deben esperar nada muy bueno de esos pueblos siempre agredidos, encima los llaman terroristas después de haber destruido Irak, Libia e intentado acabar con Siria, la única nación musulmana secularizada que queda. Quisiera pensar que, de verdad, este sea el fin de esa cruel guerra ¿Hay alguna que no lo sea?
Todas las guerras son crueles, mucho más para los pueblos invadidos. ¡Rechazo total a cualquier país invasor!