Este 22 de abril, entrará oficialmente en vigor el Acuerdo de Escazú adoptado en Costa Rica en el 2018. Como se recordará, este innovador instrumento regional es el resultado de negociaciones realizadas entre el 2013 y el 2018, bajo los auspicios de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas).
El Acuerdo de Escazú en breve
El nombre completo del Acuerdo de Escazú, abierto desde el 26 de setiembre del 2018 a la firma de 33 Estados de América Latina y del Caribe (véase texto completo de su versión oficial en español) es: «Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe«.
Al 21 de abril del 2021, este tratado regional ha sido firmado por 24 Estados y ratificado por 12 (véase estado oficial de firmas y ratificaciones). Es de notar que entre el 2013 y el 2018, las negociaciones contaron con el activo protagonismo de Chile y de Costa Rica: dos Estados que, vergonzosamente, a la fecha no han ratificado este texto. En el caso de Chile, el Poder Ejecutivo ni tan siquiera ha procedido a firmado. La declaración conjunta de junio del 2018 circulada por ambos Estados (véase texto aún está colgado en el sitio oficial de la diplomacia chilena) constituye el último compromiso oficial de ambos en favor de esta iniciativa.
La determinación de la fecha de entrada en vigor
Mientras un tratado internacional no es vigente, no ingresa del todo al universo del derecho internacional público. Cada instrumento internacional contiene disposiciones que establecen de manera muy clara las condiciones para determinar la fecha exacta de su entrada en vigor.
¿Cómo se fijó la fecha de la entrada en vigencia del Acuerdo de Escazú? Esta se calculó contando tres meses después de registrarse el número de ratificación número 11, según lo establece el Artículo 22, párrafo 1.
Al respecto, merece mención la coordinación muy precisa realizada por los aparatos diplomáticos de Argentina y de México para realizar el depósito de su respectivo instrumento de ratificación el mismo día en Nueva York, el 22 de enero del 2021: de 10 Estados Partes, se pasó directamente a 12 Estados Partes. De esta manera, estos dos Estados enviaron una señal clara e inequívoca a la región y a la comunidad internacional en favor de la democracia ambiental, permitiendo además hacer coincidir la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú con una fecha en la que se conmemora, a nivel internacional, el Día Mundial de la Madre Tierra: un gesto ejemplar para otras cancillerías, de cómo se puede transformar un sencillo acto protocolario en una futura gran celebración.
Sobre algunas actividades programadas para celebrar la entrada en vigor de Escazú
Entre varias actividades para celebrar la entrada en vigencia de este importante acuerdo regional se puede citar la que desde la CEPAL (entidad que auspició las negociaciones de este acuerdo regional durante más de 5 años y medio), se organizará con la participación oficial de los 12 Estados Partes al Acuerdo de Escazú (véase programa), a saber: Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, Santa Lucía, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas y Uruguay.
Cabe señalar que recientemente, la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también expresó su profunda complacencia por la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú (véase comunicado de prensa).
Se puede también destacar la feliz iniciativa gestada desde universidades de Argentina y de Francia para realizar varios módulos virtuales de capacitación sobre los alcances de este novedoso tratado regional para jueces, operadores de justicia y organizaciones no gubernamentales (ONG): se trata del «Primer conversatorio sobre el Acuerdo Regional de Escazú. Enfoque Internacional, Regional y Nacional«, cuyo programa y formulario de inscripción (gratuita y abierta a todo el público) son disponibles aquí.
Siempre en Argentina, hay que recordar el esfuerzo de los académicos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) para ofrecer una de las publicaciones más completas existentes en estos momentos sobre el Acuerdo de Escazú (330 páginas), la cual fue editada en el 2020 y cuyo texto completo está disponible en este enlace.
El Acuerdo de Escazú … sin Costa Rica
En Costa Rica, la situación incómoda de observar la entrada en vigor de un tratado internacional que lleva el nombre de uno de sus cantones sin figurar entre los primeros Estados Partes (véase listado oficial) es más que palpable. Más aún si se considera que Costa Rica lideró con Chile los cinco años, siete meses y siete días que duraron las negociaciones.
A una extraña maniobra del Poder Ejecutivo de la semana pasada, consistiendo en convocar el Acuerdo de Escazú para desconvocarlo 48 horas después (véase artículo del Semanario Universidad), podemos observar otras más recientes en el Congreso: véase por ejemplo esta nota con audios de diputadas registrados en días recientes así como lo que podría ser una maniobra de última hora de la fracción oficialista y este reciente artículo del Semanario Universidad.
La sensación de incoherencia y de improvisación es total, así como lo insólito que resulta la situación de Costa Rica analizada esta vez desde la perspectiva internacional (véase entrevista radial al respecto). Como lo habíamos explicado en su momento, algunas cámaras empresariales costarricenses en octubre del 2020 circularon una serie de pronunciamientos en contra de la aprobación del Acuerdo de Escazú en el seno de la Asamblea Legislativa (Nota 1).
Más allá de los vaivenes de la política costarricense, este 22 de abril se realizará un foro (véase programa) convocado por la Facultad de Ciencias Sociales y por la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Al tiempo que, siempre desde la UCR, el Programa Era Verde de su canal de televisión (Canal 15 UCR) dedicará su emisión semanal al Acuerdo de Escazú.
El 22 de abril del 2021: una ocasión propicia para realizar acciones diversas
No está de más decir que, de cara a esta importante conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra en este 2021, las organizaciones de la sociedad civil, la academia (Nota 2), el sector ecologista, los movimientos sociales y la prensa también están llamados a participar activamente: con respecto a esta última, varias agencias internacionales de noticias están desde ya preparando notas, entrevistas y artículos para este 22 de abril (véase por ejemplo esta nota de la DW alemana).
En el ámbito nacional, se puede destacar el esfuerzo colectivo de varios medios peruanos para lanzar este 22 de abril el video «Ratificación del Acuerdo de Escazú: la gran deuda ambiental en Perú» (véase video promocional).
Así como la deuda de Perú con el Acuerdo de Escazú es manifiesta, al haber sido frenada su adopción en el congreso peruano con base en argumentos falaces (y hasta fantasiosos), es muy posible que en América Latina, colectivos recuerden en Brasil, Chile, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, República Dominicana y Venezuela que mantenerse distante del Acuerdo de Escazú resulta cada vez más insostenible. Este artículo de El Desconcierto (Chile) ilustra muy bien la falta de coherencia del discurso de sus actuales autoridades en materia ambiental, mientras que este otro publicado en El Nuevo Siglo (Colombia) explica el alcance de la ausencia de Colombia (Estado en el que más asesinatos de líderes comunitarios y ecologistas se registra).
En cuanto a la situación en Costa Rica, nos permitimos recordar lo que se observó en marzo del 2018 con relación a la prensa nacional en unas reflexiones nuestras (véase texto) al señalar que:
«No hace falta mencionar que la escasa cobertura de los medios de prensa con relación a la adopción de este texto el pasado 4 de marzo del 2018 en la capital de Costa Rica puede responder a ciertos intereses, que perciben con extrema reserva y cautela toda consolidación de estos principios jurídicos en favor de las comunidades y del ambiente.«
A modo de conclusión
El contar con 12 Estados que puedan oficialmente participar a la primera reunión de Estados Partes y darle vida a un tratado internacional como el Acuerdo de Escazú, constituye sin lugar a dudas un gran avance para la región y para la consolidación de la democracia ambiental. El hecho que Chile y que Costa Rica aún no figuren en este grupo de Estados puede ciertamente afectar su credibilidad a nivel internacional; no obstante, esta ausencia no afecta mayormente este innovador impulso en procura de un desarrollo económico mucho más equitativo e inclusivo y respestuoso de los derechos de cada ciudadano y colectividad en el continente.
En América Latina, incorporar el tema del Acuerdo de Escazú en la conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra constituye una gran oportunidad para dar a conocer el alcance de sus disposiciones normativas: en particular para informar sobre la vulnerabilidad de quienes defienden el ambiente en la región y son regularmente noticia cuando son intimidados, amenazados, enjuiciados, o asesinados.
Notas—
Nota 1: Véase al respecto BOEGLIN N., « «¡Llegaron los mitos!»: a propósito de los recientes comunicados en contra del Acuerdo de Escazú«, Portal de la UCR, Sección Voz Experta, edición del 17/12/2020, disponible en este enlace.
Nota 2: Siempre en Costa Rica, referimos a un muy reciente y completo artículo publicado, cuya lectura completa se recomienda: PEÑA CHACÓN M., «Transparencia y rendición de cuentas en el estado de derecho ambiental«, Delfino.cr, edición del 17/4/2021, disponible en este enlace.
(*) Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica
Sin esperar mucho ya se desató la jauría troglodita contra el Acuerdo de Escazú, desde los panderetos de Nueva República (cuando no) hasta los señore de la UCCAEP. Sigan así que más temprano que tarde acabarán con la existencia humana sobre el planeta…aquí ni el instinto de conservación opera.
Al contrario de lo expresado por Don Rogelio, soy partidario que el acuerdo debió haber tomado en consideración un bagaje legal sólido que no diera lugar a dudas. El problema principal planteado por UCCAEP no es para nada imprudente, porque la inversión de la carga de la prueba que tiene el acuerdo conduce a un sinsentido terrible, en el que se violan principios jurídicos como el de presunción de inocencia. Con el alegato que dieron algunos que ya de por sí en Costa Rica se permitía eso, me doy cuenta que puede haber leyes que rocen contra esos principios fundamentales.
Ayudemos al planeta SÏ, pero que lo hagamos bien, a tono con un ordenamiento jurídico justo y pleno, no simplemente por hacer a la fuerza (lo que es de por sí violento).
Yo notaba que el articulo tan lleno de datos de Boeglin,no menciona la razon de la oposicion al acuerdo.Esto que usted aporta es precisamente el por que no se da :Se es inocente hasta que se demuestre la culpabilidad,asi es y sera.
De Mauricio Álvarez Mora: «Hoy día de la tierra entra en vigor el Acuerdo de Escazú y mientras en la región celebran en nuestro país están amenazadas de muerte 12 personas de pueblos indígenas: Pablo Sibas Sibas y Robert Morales Villafuerte (Térraba); Maximiliano Torres Torres y Clarita Quiel Torres (Cabagra); Efraín Fernández Zúñiga, Carlos Antonio Zúñiga, Jason Ríos Ríos, Doris Ríos, Ariel Ríos (China Kichá); y Claudio Ortiz Rojas, Daniel Figueroa Morales, Minor Ortiz Delgado, Mariana Delgado Morales y José Enrique Ortiz Figueroa (Salitre). Además, han amenazado a dos defensores de derechos humanos de la Asociación de Iniciativas Populares Ditsö, Gustavo Oreamuno Vignet y Jeffery López Castro[1].»