Lima, 23 abr (Prensa Latina) El partido de la excandidata presidencial Verónika Mendoza confirmó hoy su apoyo al izquierdista Pedro Castillo en la segunda vuelta electoral de Perú, mientras la derecha demora en alinearse con la neoliberal Keiko Fujimori.
‘Consideramos indispensable contribuir al triunfo electoral de la opción de cambio votando por Pedro Castillo y convocando para este fin a la más amplia unidad del pueblo peruano’, precisa la Comisión Política del Movimiento Nuevo Perú (NP) en un comunicado.
Señala que la victoria de Castillo, en la primera vuelta del 11 de abril, expresa una voluntad de cambio y puede viabilizar una salida democrática y popular a la crisis ‘cerrando el paso a la opción autoritaria y corrupta que representa el fujimorismo’.
La organización reafirma, además, su lucha contra la corrupción y por la defensa de los derechos y la igualdad general, una nueva economía que incluya un impuesto a los multimillonarios y la soberanía sobre las riquezas nacionales y una segunda reforma agraria, así como la convocatoria de un referendo para una asamblea constituyente.
Con anterioridad anunciaron su respaldo a Castillo el partido ambientalista Frente Amplio y la agrupación Democracia Directa, que coinciden con el candidato y NP en la necesidad de una nueva carta magna en reemplazo de la neoliberal vigente.
Entretanto, desde la derecha solo el partido Renovación Popular, conservador extremo, no se pronunció sobre Keiko Fujimori ‘sino por la democracia y contra el comunismo’, según su líder, Rafael López Aliaga, quien anunció inclusive una gira con tal fin.
Otro potencial aliado de Fujimori y fracasado candidato neoliberal, Hernando de Soto, aún no definió su posición, aunque designó interlocutor y vocero de su bancada parlamentaria recién electa al exmilitar de extrema derecha José Williams Zapata, identificado con el fujimorismo hasta el actual proceso.
La próxima segunda vuelta generó posiciones divididas en el partido populista Acción Popular, pues mientras el excandidato presidencial Yonhy Lescano se pronunció en lo personal por votar en blanco, el millonario dirigente derechista Raúl Diez Canseco lo contradijo y planteó apoyar a Fujimori.
Otro posible aliado fujimorista, el también fracasado aspirante César Acuña, de Alianza para el Progreso, demandó que los dos finalistas firmen un compromiso de gobernabilidad y se comprometan a no buscar la reelección inmediata, prohibida por la Constitución.
Mientras tanto, Castillo, alentado por una encuesta en la que supera por 15 puntos porcentuales a su oponente, continuó hoy un recorrido por la norteña región de Áncash, donde recibe desde ayer el apoyo multitudinario de diversas poblaciones de ese territorio, según versiones periodísticas.
Fujimori, a su vez, recorre parte de la región central andino-amazónica, en busca de aminorar la ventaja amplia de su rival, con una prédica de ataques anticomunistas a Castillo, a quien ayer llamó lobo vestido de cordero.
El candidato izquierdista, preguntado sobre esa acusación, sólo dijo: ‘Soy maestro, y por respeto a mis alumnos, no voy a responder (a) esa clase de adjetivos’.
Señala que la victoria de Castillo, en la primera vuelta del 11 de abril, expresa una voluntad de cambio y puede viabilizar una salida democrática y popular a la crisis ‘cerrando el paso a la opción autoritaria y corrupta que representa el fujimorismo’.
La organización reafirma, además, su lucha contra la corrupción y por la defensa de los derechos y la igualdad general, una nueva economía que incluya un impuesto a los multimillonarios y la soberanía sobre las riquezas nacionales y una segunda reforma agraria, así como la convocatoria de un referendo para una asamblea constituyente.
Con anterioridad anunciaron su respaldo a Castillo el partido ambientalista Frente Amplio y la agrupación Democracia Directa, que coinciden con el candidato y NP en la necesidad de una nueva carta magna en reemplazo de la neoliberal vigente.
Entretanto, desde la derecha solo el partido Renovación Popular, conservador extremo, no se pronunció sobre Keiko Fujimori ‘sino por la democracia y contra el comunismo’, según su líder, Rafael López Aliaga, quien anunció inclusive una gira con tal fin.
Otro potencial aliado de Fujimori y fracasado candidato neoliberal, Hernando de Soto, aún no definió su posición, aunque designó interlocutor y vocero de su bancada parlamentaria recién electa al exmilitar de extrema derecha José Williams Zapata, identificado con el fujimorismo hasta el actual proceso.
La próxima segunda vuelta generó posiciones divididas en el partido populista Acción Popular, pues mientras el excandidato presidencial Yonhy Lescano se pronunció en lo personal por votar en blanco, el millonario dirigente derechista Raúl Diez Canseco lo contradijo y planteó apoyar a Fujimori.
Otro posible aliado fujimorista, el también fracasado aspirante César Acuña, de Alianza para el Progreso, demandó que los dos finalistas firmen un compromiso de gobernabilidad y se comprometan a no buscar la reelección inmediata, prohibida por la Constitución.
Mientras tanto, Castillo, alentado por una encuesta en la que supera por 15 puntos porcentuales a su oponente, continuó hoy un recorrido por la norteña región de Áncash, donde recibe desde ayer el apoyo multitudinario de diversas poblaciones de ese territorio, según versiones periodísticas.
Fujimori, a su vez, recorre parte de la región central andino-amazónica, en busca de aminorar la ventaja amplia de su rival, con una prédica de ataques anticomunistas a Castillo, a quien ayer llamó lobo vestido de cordero.
El candidato izquierdista, preguntado sobre esa acusación, sólo dijo: ‘Soy maestro, y por respeto a mis alumnos, no voy a responder (a) esa clase de adjetivos’.